Letra y Música - KIVI

Amor

Los ojos marrones de Violeta intentan adaptarse a la luz que entra por el balcón de la habitación de Chiara. Poco a poco se despereza notando el pecho desnudo de la menorquina bajo su mejilla. Su brazo rodea su cintura, mientras el de la morena yace sobre el suyo, sujetando con el otro su cuerpo. Sonríe ante la sensación de despertar así a su lado, y piensa que nunca podría cansarse de ello. De la sensación que tiene cuando están juntas. De sentirse como en casa, y de la paz que le transmite el más mínimo contacto físico con ella.

Deja un suave beso en su clavícula y se muerde el interior de la mejilla, recordando las tres veces que acabaron haciendo el amor la noche anterior. Si bien el primer encuentro acabó con las dos disfrutando de sus cuerpos en el sofá, no tardaron en subir a la ducha, donde inevitablemente volvió a surgir una chispa que necesitaba ser acallada, producto de ver el agua correr por el cuerpo de la otra. Y cuando parecía que sus cuerpos se rendían al cansancio, una vez se metieron juntas en la cama, pronto apareció una nueva necesidad de fundirse entre ellas y dejarse llevar por las emociones de la noche. Tres orgasmos que explotaron con fuerza y que se sintieron más como una liberación de sus sentimientos que como simple placer. Tres veces que sus latidos se unieron para gritarse te quiero y para demostrar la gran química de sus pieles.

Piensa en el día que tienen por delante y en que no le apetece separarse de ella. Quiere evitar a Salma por el momento, no quiere entrar en una nueva discusión con ella ahora que se siente tan plena y en total paz. Pero si van a pasar el día juntas en casa de Chiara, quizá sea una buena idea comprar algo de comida y aprovechar un poco de tiempo para trabajar. Al fin y al cabo, el primer borrador de prácticamente la mitad de su libro está casi listo, y le gustaría revisarlo y editarlo antes de enviarlo a Noemí.

Se levanta de la cama con cuidado, tratando de no despertar a Chiara cuando separa sus cuerpos, y se viste para ir a su casa en busca de su ordenador y su libreta, y coger algo de ropa cómoda.

No tarda mucho tiempo Chiara en despertarse también, sintiendo inmediatamente la falta del peso de Violeta sobre ella, y girándose en la cama para confirmar que no se encuentra ahí. Da un vistazo rápido a la habitación, y, al no verla, decide bajar a ver si se encuentra en el salón o en la cocina, sin éxito. ¿Se ha ido? Anoche todo pareció de ensueño, pero quizá la incomodó en algún momento y no se dió cuenta. Busca un tanto preocupada su móvil para llamarla, pero se topa con un mensaje que le saca una gran sonrisa.

Vio 💜

Buenos dias amor

Voy a casa a buscar unas cosas y vuelvo

Me paso a comprar algo de comida de camino

Suspira aliviada. Amor. Le ha llamado amor. Relee la frase una y otra vez y se muerde la sonrisa que le sale. Desea escucharlo de sus labios.

Kiki🤸🏻

Hola preciosa

Te espero aqui

Aprovecha para recoger un poco el lío que hay en el salón y ducharse. Escucha el timbre de su casa y se acerca a abrir la puerta, dando paso a su pelirroja favorita. No le da tiempo siquiera a cruzar el umbral, decide antes coger su brazo y acercarla a su cuerpo para dejar un gran beso en sus labios.

-¿Y este recibimiento? - Violeta sonríe mientras deja una bolsa sobre la encimera y el resto de sus cosas en el suelo del salón.

-Te he echado de menos.

-Solo he estado fuera como media hora. - Ríe la pelirroja.

-¿Te parece poco? - Se acerca de nuevo a ella y la rodea por la cintura para abrazarla. - Quizás me haya asustado un poquito cuando me he despertado y no estabas...