Entre rituales | Megumi Fushiguro

Capítulo 48

** Flashback **

—En caso de que alguno de los dos muera, el otro tiene el poder para revivirlo —declaré—. Será una medida extrema que usaremos en caso de que Sukuna expanda nuevamente su dominio.

—¿Revivirlo? —preguntó Yuta—. ¿Te refieres a... que si tú o el profesor Gojo mueren?

Asentí.

—No.

Ya sabía que te opondrías mamá.

—Esa no es una opción, Natsuki —me dijo con seriedad.

—Lo es, y es una mis cartas más fuertes para acabar con esa maldición —la contradije—. Sabes bien que si los dos morimos todos los aquí presentes morirán en vano.

—¡Dije que no lo harás, hija! —me gritó.

Y esa, fue la única vez que vi a mi madre perder su carácter tan apacible y sobrio.

—¿Qué está pasando? —intervino Nobara—. Hay algo que no nos están diciendo.

—Así es, ¿qué sucede Natsuki? —preguntó Nanami.

Suspiré hondo y relajé los hombros.

En algún momento se iban a enterar.

—Revivir de verdad a un hechicero es imposible, por muy bueno que fueras jamás podrías hacerlo —comencé—. Se intentó en el pasado y jamás tuvieron éxito, las cosas cambiaron cuando nací yo.

—¿A qué te refieres? —preguntó Yuji.

—Como saben mi técnica ritual no es totalmente igual a la de Gojo, mi infinito es oscuro y retorcido, pero la cantidad de cosas que podíamos hacer los dos aumentó exponencialmente, podíamos hacer votos vinculantes poderosos, potenciar la técnica del otro, entre otras cosas —expliqué—. Y... todo cambió cuando tuve un entrenamiento de rituales inversos en papá, Megumi estaba ahí pero no le dije nada, la razón por la que pude curar a papá ese día fue porque nuestras técnicas se combinaron en una sola, ambos infinitos al sobreponerse cedieron y se unificaron.

A mi alrededor vi como todos me ponían mucha atención.

—En ese momento ambas técnicas se conectaron y de alguna forma nosotros sentimos que podíamos ayudar al otro en caso de que estuviéramos en peligro —continué—. Desde ese día practicamos solos apartados de todos para probar si nuestra teoría era verdad, y lo fue, mi desesperación de ese día despertó nuestra capacidad de revivir al otro.

Vi a mamá apretar los puños de sus manos, nosotros le habíamos dicho de la noticia mucho tiempo después, le gritó a Gojo como nunca en su vida, y me abrazó por horas hasta que se quedó dormida envuelta en lágrimas.

—Hay algo más —dijo Nobara—. Debe de haber algo más, de otro modo tú madre no estaría así.

Asentí.

—En caso de que yo muriera, no habría problema en que Gojo me reviviera con la ayuda de su ritual, pero si fuera él el que muriera, yo tendría que usar mi infinito caótico para poder revivirlo —respondí—. Yo tengo mi infinito normal y el caótico, seguramente lo verán en la batalla, pero no puedo usar el infinito normal porque sería la misma técnica ritual y no podría revivir a papá.

Mis amigos intentaban comprender lo que les estaba diciendo.

—Tiene que ser el infinito caótico quien lo reviva, porque así sucedería de nuevo esa unificación de ambos infinitos al tener ligeras variaciones...

—Espera, ¿estás diciendo diciendo que tienes que cederle el control al infinito caótico? —me interrumpió Maki—. Entonces... significa que corres el riesgo de que pierdas por completo el infinito normal y...