En ese momento Megumi y yo estábamos en mi cuarto, jugando cartas después de un día largo de entrenamiento.
—Escalera real —declaré—. Ahora me debes algo.
—¿Ah si...? Entonces dime... ¿qué es lo que quieres?
Se me acercó lentamente y me besó intensamente, me había dado cuenta de que siempre recorría poco a poco mi cintura, ejerciendo una ligera presión que me fascinaba, pasé mis manos por su cabello y jadeó un poco.
Cuando iba bajando por mi cuello dejando lentos y suaves besos, alguien entró de golpe a mi habitación.
—¡Tienes una misión especial Nat...!
Ambos nos detuvimos en seco, petrificados de ver a Gojo parado en medio del cuarto, con una mirada divertida.
—¡Gojo! —grité nerviosa.
—¡Profesor Gojo!
La cara me ardía de la rabia y la pena, solo por hoy odié lo eufórico que entró a mi habitación.
—No los interrumpo chicos —dijo—. Natsuki tienes una misión en media hora, puede ir Megumi si quieres.
Ahogué un quejido y me llevé las manos a la cabeza.
—Si Gojo... ya vete.
Se rio y salió de mi cuarto.
Megumi hundió su cabeza en mi pecho y soltó una pequeña carcajada.
—Detesto al profesor Gojo —susurró.
Lo peiné un poco y dejé salir un suspiro.
—Yo también —bromeé—. Oye... ¿quieres ir la misión conmigo?
—Nada me gustaría más —respondió.
(...)
—¿Están listos chicos? —preguntó risueño.
—Cállate Gojo —lo reprendí—. ¿Qué clase de misión es?
—Los peces gordos identificaron que hay cinco maldiciones de grado especial en esta área —respondió—. Ya sabes qué hacer con ellas.
—Por supuesto...
—¿Cinco maldiciones de grado especial? —intervino Megumi—. ¿Para alguien de primer año?
—Como sabes, pequeño Megumi, Natsuki no pertenece directamente a una alumna de primer año —explicó Gojo—. Ella ha exorcizado a maldiciones de primer grado en un tiempo récord, esto no le será ningún problema.
Aun así, Megumi me miró en busca de una respuesta.
—Soy una hechicera de grado especial, poseedora de los seis ojos y tengo la técnica del infinito —le recordé—. Este es mi trabajo, no te preocupes, estaré bien, ya me he enfrentado a maldiciones de grado especial.
—Pero si lo prefieres dejaré que entres con ella al velo, podrás aprender mucho —dijo el profesor—. Desafiar las órdenes de los altos mandos es algo que se me da muy bien.
—Vamos —lo alenté—. Podrás verme en acción.
Megumi asintió de inmediato.
—Levantaré el velo cuando hayas terminado —anunció—. Te veo en un rato.
Asentí y ambos entramos al velo.
—Hoy traes la tela —observó—. Habías dicho que en las misiones la usabas.
—Es más funcional que los lentes —admití—. Si son cinco... no creo que deba quitármela.
La zona de trataba de un psiquiatra que había sido evacuado hace unas horas, estos eran los lugares donde había muchas maldiciones de grado especial debido a los pacientes.
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Entre rituales | Megumi Fushiguro
Hayran KurguEn un mundo donde los hechiceros protegen las vidas de los demás, está siempre esa incertidumbre si lograrás salvar aquello que más amas, pero aquí no es ninguna opción, la única solución es hacerlo. Natsuki sabe la carga que lleva sobre sus hombros...