Entre rituales | Megumi Fushiguro

Capítulo 58

—Quisiera disculparme con todos por...

—No es necesario que te disculpes Megumi —dijo Maki—. Esto no es tu culpa.

—El que debe disculparse con todos soy yo —intervino Yuji.

—No, ninguno de ustedes debe disculparse, Itadori, todo lo malo que ocurrió fue por culpa de Satoru Gojo por no haberte matado cuando te convertiste en el recipiente de Sukuna, tal como el protocolo establecía —espetó Kusakabe—. Solo fueron víctimas del plan terrorista de Kenjaku para llevar a cabo su asimilación.

—¿¡Mía!? —gritó papá.

—Claro, yo estaba completamente a favor de tu ejecución, Itadori, si no fuera porque Yaga confiaba en ustedes, yo no estaría aquí, quiero creer que él piensa de esa manera por algo —continuó—. Todo derivó en un efecto dominó que nos trajo a todos aquí, no se sientan culpables por lo que ocurrió, finalmente acabó esta desgracia, por favor, vuelvan a comportarse como los chicos que son, que ustedes se encarguen de todo me hace sentir incómodo.

—Yuji no pidió ser el recipiente de Sukuna, de las pocas cosas que escogemos como hechiceros, definitivamente él no pidió ser su recipiente —intervine—. Yo no estaba de acuerdo son su ejecución, ¿porque tendría que pagar con su vida por algo que no escogió?

Estaba molesta, no porque atacara a mi padre, yo estaba ahí y sabía lo culpable que se sentía Yuji al no poder controlar a Sukuna como debía.

Y ni siquiera se le había pedido que lo hiciera.

—Ya no somos niños, y te recuerdo que las decisiones importantes las tomo yo a partir de ahora, cualquiera que atente contra la vida de Yuji o de mis amigos, morirá sin duda alguna —declaré—. ¿Está mal querer que Yuji viva? ¿Y qué hay de Megumi? ¿También lo querrías ejecutar solo porque Sukuna se apoderó de su cuerpo?

No volví para escuchar estas estupideces.

—Yuji ni siquiera escogió ser un hechicero, hizo demasiado conteniendo a Sukuna hasta donde pudo —finalicé—. El resto lo resolví yo porque ese es mi trabajo, exorcicé al rey de las maldiciones, punto, no se hablará más del tema.

—Entendido —respondieron todos.

—Además, fue Natsuki la que nos salvó a todos en la batalla —concedió Nobara—. De otro modo, hubiéramos tenido que recurrir a técnicas poco confiables y ni siquiera había garantía de que funcionaran.

Respiré hondo y me calmé.

—Kugisaki tiene razón, probablemente hubiera tenido que usar la técnica de Kenjaku para combatir a Sukuna, y expandir mi dominio —dijo Yuta—. Aunque... ahora que lo pienso, eso pudo haber desgastado la técnica ritual y habría caído muerto.

—Lo más probable es que eso hubiera sucedido, Kenjaku debió estar usando intencionalmente múltiples técnicas inversas por separado para prevenirlo, junto con la aplicación de alguna técnica de barrera para mantener todo unido —secundé—. Aunque claro, no se puede comprar las habilidades de un genio en barreras que vivió por más de mil años con las actuales.

—Pero pudimos haber prevenido que los partieran por la mitad con el corte que parte el mundo —dijo Maki—. Todo fue culpa de Yuta, habríamos evitado eso y no hubieras tenido que usar el infinito caótico desde ese momento.

El alma de Yuta se fue al piso y se fue detrás de mí al ver la ira de Maki.

—Primero, el ataque sorpresa a Kenjaku, debí haberlo hecho yo como habíamos sugerido al principio, luego, la estrategia de Higuruma con la espada del verdugo —explicó—. Si la hubiéramos cambiado con el discurso maldito a distancia de Toge, habríamos ganado fácilmente, sin duda, debimos haber dejado la grabadora con Higuruma pero tu quisiste llevarla contigo y usarla en el dominio de Sukuna mientras Natsuki estaba dentro.