꧁𝐓𝐢𝐭𝐚𝐧𝐬 [𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧] ꧂

06

—Pero es que en serio esto es el colmo —JiMin bramó molesto, caminando con rudeza de un lado a otro mientras lo  demás esperaban sentados en el suelo.

—Venga ya, siéntate y espera —YoonGi palmeó a su lado, justamente en medio de él y TaeHyung, quien dormitaba sentado con los brazos cruzados.

—Es que ese idiota, en serio agh —dio un fuerte golpe con el pie al suelo, negando con la cabeza mientras miraba el claro cielo. Entre las montañas a los lejos lograba verse una parte de luz por el sol, aproximaba que eran las ocho de la mañana.

—Lo gracioso es que en estos momentos ningún oficial o soldado nos hace caso —opinó tranquilamente Hwasa en el suelo, abrazando sus piernas mientras miraba al suelo —. Ya están entrenando, y nosotros nada de nada, ¿viste esa ignoracion?

—La palabra ignoracion no existe —corrigió YoonGi con una divertida sonrisa, mirándola.

—Buenos eso —Hwasa restó importancia con la mano para después volver a su posición, soltando un suspiro por el leve frío que se instalaba a su cuerpo —. Nos tienen desde las cuatro de la mañana, han pasado cuatro horas y no nos hacen nada de caso.

—Y lo peor, no nos permiten siquiera preguntar —completó WonHo con un puchero, sentado a un lado de TaeHyung —. Ya me dio hambre.

—Igual a mí —dijo DongHae, quien lleno de parches en el mentón, mejilla y ceja, caminaba pensativo detrás de ellos —. Me voy a morir en cuanto comencemos a entrenar.

—Bah, da igual —hizo una mueca Hyuna, recostándose en la tierra mientras enviaba ambos brazos cruzados detrás de su cabeza. Total, la ropa de todos eran trapos mal cocidos en un desgastado color beige.

El capitán Jeon JungKook sería quien los entrenara desde aquel día hasta los próximos años, pero ahora, justo en estos momentos no se daba absolutamente nada. El hombre no había llegado y los pobres niños esperaban con frío en las canchas de entrenamiento, donde alrededor los mayores calentaban de una forma bastante difícil a los ojos de los pequeños. El capitán había dado una mala imagen de él por la forma en la que había llegado al comedor, nadie, de hecho absolutamente nadie, estaba feliz de compartir muchos años con aquel sujeto, pero si eso era algo definitivo también estaban dispuestos a aceptarlo, total, no tenían otra opción que esa.

A lo lejos, pudo notar un par de hombres acercarse a ellos, exactamente salían de aquella pequeña casa totalmente echa de piedra, quienes ambos con superioridad y una postura recta, llegaron a ellos. Uno de ellos lo conocían perfectamente, era de aquellos groseros y molestos hombres que se dedicaban a darles de comer de mala forma; Michael, era su nombre. Otro de ellos, quien honestamente se veía más temible que el otro, no le conocían, lo que provocó que todos los niños sintieran curiosidad.

—Buenos días —saludó fríamente el hombre, carraspeando duramente la garganta —. Soy el capitán Kim NamJoon, encargado de la legión muralla Reins —todos abrieron la boca sorprendidos, incluso plantando sonrisitas, pues era el lugar donde alguna vez fue su hogar —. Verán… el capitán Jeon Yeoul... quien protegía la muralla Reins, murió. Ese hombre era padre del joven que sería capitán de ustedes —JiMin esta vez borró su sonrisa, él primero antes de que todos lo hicieran. Realmente perder a tu mamá o papá no era algo de lo que JiMin estuviese a favor, al contrario, le hubiese encantado darle buena suerte al joven a pesar de haber sido un grosero con ellos —. Y bien… —soltó un agotado suspiro, mirando al suelo, como si verdaderamente la noticia le doliese —. Jeongguk ha ido a la guerra alta con los demás soldados, por lo que, de hoy en adelante yo seré su capitán, pueden llamarme capitán Kim, un gusto a todos, pequeños.

A pesar de la dolorosa noticia, los niños estaban tranquilos y a gustos con el comportamiento del hombre. Desde que habían llegado ahí, cada que se encontraban con un hombre vestido de aquella capa verde con unas alas, eran unos engreídos de mierda, unos pesados groseros que por la obviedad, no gustaban en su compañía, pero el capitán Kim era diferente, y se sentían felices de ello.