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—Papá, nos estamos alejando mucho de todos… 

JiMin estaba asustado, podía lamentablemente sentir a flor de piel cómo el frío abrazaba cruelmente todo su cuerpo además de que el miedo de la oscuridad en todo alrededor no ayudaba en nada. La oscuridad del bosque aterraba, más porque JiMin jamás creyó que su padre llegaría de la nada en sacarle de los demás niños sobrevivientes del ataque por los titanes. Peor sacándole como un completo loco y apresurado.

—Evidentemente tiene que ser así —concordó el señor Park, mirando una última vez a sus espaldas aún sin soltar la mano del pequeño rubio, notando que finalmente ya yacían a una distancia sumamente lejana de todos —, nunca creí que esto se descontrolaría de tal forma.

JiMin bajó la cabeza a la tierra, donde su mente viajó hasta recordar la recién muerte de su madre. Era inevitable que la imagen se plantara y más aún el dolor de haberlo presenciado. Papá ya sabía todo, y le parecía raro que no se notase triste al respecto. Tras habérselo dicho cuando le fue a buscar junto con los demás, su padre había entrado en un estado de locura y desesperación.

Tenía tanto miedo.

—Papá… ¿qué no sientes nada de que mamá murie-

Pero entonces su cuerpo chocó tontamente con el de su padre en cuanto este finalmente paró de golpe sin dejar de mirar al frente. La noche había caído, probablemente la madrugada también. Papá yacía de pie estático mirando al frente, donde JiMin frunció el ceño y le miró desde abajo desde su obvia altura.

—¿Todo bien? —preguntó, a lo que al instante su padre le soltó y giró en su mismo lugar, quedando frente a frente con él, colocándose seguidamente de cuclillas para tomarle de los hombros, mirándole fijamente.

—Minnie… no es que me duela la muerte de mamá, pero hay muchísimas cosas más importantes antes de que esto tome más descontrol de lo que ya —el señor Park envió una mano dentro de su gran y grueso abrigo, aparentemente buscando algo.

—¡¿Más importante que la muerte de mamá?! —JiMin estalló, encarándole con el ceño fruncido —¡¿Te estás escuchando siquiera, papá?!

—Por supuesto… —asintió, dando con su objetivo —, pero definitivamente yo no puedo revelarme contra el mundo, no al menos ahora, quiero descansar… —sin más, el mayor tomó la pequeña mano de JiMin, estirándola a su dirección para arremangar su playera lo que JiMin frunció el ceño —, hijo mío… eres el elegido para esta misión, no yo.

—¿Yo? ¿de qué hablas-

JiMin agrandó los ojos cuando su padre sacó una jeringa del abrigo, clavando directa y rápidamente a su antebrazo, específicamente a la vena resaltante que se visualizaba a pesar de la oscura noche.

—¡No! ¡No! ¡No! ¡¿qué mierda haces, papá?! —JiMin se dejó caer sobre sus asentaderas aún con lágrimas en los ojos, incluso retorciéndose de dolor cuando su padre puso fuerza en su agarre, inyectando absolutamente todo el líquido morado en él, a lo que JiMin paranoico comenzó a negar con la cabeza, incluso sintiendo cómo su vista se nublaba conforme el líquido poco a poco se esparcía en todo su cuerpo.

—Perdóname…

JiMin finalmente cayó completamente bocarriba sobre la tierra con el brazo aún descubierto y extendido sobre la misma tierra. Su vista se encontraba al cielo o al menos lo que lograba ver. Las lágrimas aún seguían saliendo y lamentablemente con ello menos lograba visualizar a su alrededor. Porque aquello definitivamente había sido algo de improvisto, algo increíble y menos viniendo de su mismísimo padre. A pesar de comenzar desarrollando un asqueado cansancio, las preguntas seguían naciendo en su cabeza. ¿Qué había pasado? ¿por qué de la nada y por qué específicamente en medio del bosque? JiMin no podía creerlo, e incluso pensaba que aquello inyectado era algún químico para matarle. No entendía.

꧁𝐓𝐢𝐭𝐚𝐧𝐬 [𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧] ꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora