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El zangoloteo por las pisadas de los caballos era altamente inquietante. Podía ver a lo lejos cómo de aquella muralla las puertas enormes de muchos metros de altura se abrían para recibirles. Había notado desde lejos cómo los soldados en la altura de la muralla le hacían señas, a lo que apresurados les habían auxiliado. Sin embargo, era imposible no pensar en el capitán Jeon. JiMin tragaba saliva conforme los soldados entraban a la muralla junto con las carretillas. Ni siquiera se había dado tiempo a detallar cómo era aquella muralla. Porque JiMin, al igual que los demás, se encontraban preocupados por el capitán.

—Soldado Jin —escuchó una voz gruesa hablarle. El mencionado se encontraba en la puerta en espera de sus dos compañeros, por lo que no se atrevió a voltear o prestar atención, no por lo menos hasta ver que estuviesen a salvo —¿Me ha escuchado? ¡Cierren las jodidas puertas ya!

—Orden rechazada, capitán Siwon —dijo SeokJin, sin dejar de mirar al frente —. El capitán Jeon y la soldada SooJin siguen afuera y con vida, le pido que…

El hombre alto se acercó brusco, incluso aventando un par de muchachos en su camino para tomar al castaño de la capa, jalándolo hacia sí con elevada brusquedad.

—Me importa más la muralla y los que habitan aquí, que aquel par —dijo con enojo, mirando furioso al más joven.

Antes de que pudiese contestar el soldado Jin, un grito de algún otro soldado llamó la atención de todos, señalando hacia las afueras cómo dos caballos blancos se aproximaban junto con los soldados. Desde lejos, Siwon achicó los ojos para tratar de ver entre tanta oscuridad, después abriéndolos de par a par en cuanto logró reconocerlos.

—Atentos —esta vez se dirigió a los hombres que se encargaban de abrir las puertas, incluso soltando a SeokJin, quien sonriendo esperanzado se dirigió a la puerta —. En cuanto entren cierran las puertas.

—¡Sí, capitán!

—SeokJin —le llamó, a lo que éste le miró sobre sus hombros, prestándole atención —. Dales aviso a los de los cañones que estén preparados para el ataque —Jin asintió, inmediatamente corriendo a una dirección que los nuevos no conocían.

Ya la mayoría estaban debajo de los caballos y atentos a cualquiera clase de llamado que tuvieran por los mayores. Sin embargo, el pueblo estaba reunido atrás de todos los soldados y caballos, esperando al capitán Jeon y a SooJin. La angustia era visible en los rostros de las personas, y aunque JiMin sabía que no era del todo su culpa, se sentía mal por ser parte de éste maldito caos. Yoongi a sus espaldas trataba de darle consuelo con un apretón de hombros, murmurándole que todo estaría bien.

Ambos se acercaban cabalgando rápidamente. Por la oscuridad era realmente difícil ver cuántos titanes se aproximaban a sus espaldas, pero el temblor en la tierra era suficiente señal para saber que eran bastantes, de diferentes tamaños y a diferente velocidad.

Los soldados en la punta de las murallas prepararon cañones, SooJin y JungKook vieron desde la lejanía cómo apuntaban tras ellos, lanzando el primer cañón que hizo caer al titan que más se acercaba al par. JungKook miró sobre sus hombros, notando que el ataque había sido exitoso, sin embargo, más criaturas avanzaban como desesperados hacia ellos.

JungKook tomó las riendas para incitar al caballo a que fuese más rápido, a lo que el animal, muerto de igual forma que el otro en miedo, aumentó la velocidad. SooJin imitó el acto, ambos andando a toda costa hacia la muralla. Ambos ignoraron los ensordecedores ataques de los cañones en los titanes.

꧁𝐓𝐢𝐭𝐚𝐧𝐬 [𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧] ꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora