La isla Rumstein se había vuelto sin duda alguna en un paraíso.
Ya no era llamada isla de titanes ni nada por el estilo.Tras la guerra dada y tras ya no tener una reina titán que les gobernara, el pueblo Rukashu había dado su fin a la guerra con la isla, más aun ya no teniendo consigo al titán bestia quien era el que prácticamente creaba a los titanes. Dejar por la paz había sido una única opción y el pueblo no estaba en contra de ello.
Tras los meses dados finalmente las murallas eran simplemente un material más en aquella isla. Asegurándose, los soldados de la legión de exploración se habían rectificado de acabar con absolutamente todos los titanes restantes. Todos sin excepción que no demoraron en tan sólo unos meses.
Cuando dieron fin al último titán el pueblo de cada muralla había celebrado a lo máximo.
No más muertes.
No más carencias.
No más miedos.
No más encarcelamiento.
La libertad finalmente existía, y con ello el pueblo lo gozaba. Poco a poco la gente se había dado la oportunidad de conocer más allá de lo que eran unos enormes muros. Conocieron más allá como animales, bosques e incuso el bellísimo mar el cual sólo habían logrado visualizarlo a través de libros.
Poco a poco la legión de exploración ya no se encargaba de más exploraciones en sí. Prácticamente su labor se había vuelto en volverse igual que los de la militar en servir al pueblo, sólo que ellos, a diferencia de la militar, tenían más privilegio por el simple hecho de haber rescatado a la humanidad.
El lugar fue floreciendo de forma inimaginable, tanto que ni siquiera se sintieron aquellos tres años desde la guerra dada con el pueblo. Entrenar para permanecer a la legión de exploración ya no existía. Sólo existía la militar y realmente sólo ese servicio era necesario para poder servir a los de la isla en general.
Porque ahora ya no se dividían por murallas, ahora era la isla Rumstein y fin.
—¡Saluuuuud!
Todos sin excepción en aquella larga mesa rectangular, elevaron la cerveza junto con unas largas sonrisas, sonrisas que se volvieron carcajadas cuando Hoseok elevó su cerveza demasiado alto hasta él mismo vaciarse la mitad de la botella encima.
—¡Pero qué imbécil! —Lisa fue quien llevó una mano a su boca, conteniéndose su escandalosa risa al mismo tiempo en el que todos aplaudían por el espectáculo.
—Hobi… te dije que no tomaras antes de la celebración, ¿por qué eres tan necio? —esta vez fue Tae quien cuestionó rodando a la vez los ojos, llevando una mano a una servilleta que yacía en la bolsa de su pantalón, limpiando la mejilla del mencionado.
—Aw, ridículos —esta vez fue Yoongi quien habló, manteniendo una sonrisa de lado.
—Ya confirmen su relación —comentó Donghae hasta el fondo, donde todos comenzaron a animar, al mismo tiempo burlando al par.
—¡Ya paren, envidiosos! —exclamó Hoseok con el ceño fruncido y evidentemente ebrio —Se burlan porque nunca tendrán a alguien como Tae en sus vidas, sólo yo —sin más soltó, a lo que Taehyung resaltó los ojos avergonzado, cubriéndose con una mano el rostro.
Y nuevamente los gritos de emoción no tardaron en darse.
—¡Yo digo que se besen!
Todos voltearon en dirección a la puerta, donde Soojin soltó con una burlona risita, misma que contagió a todos y le animaron en afirmación.
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꧁𝐓𝐢𝐭𝐚𝐧𝐬 [𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧] ꧂
Science FictionEn esta historia se vive una crisis mortal, una inestabilidad mundial, una infelicidad fuera de aquellas murallas. Una inexplicable razón del porqué sigue apareciendo aquellas enormes criaturas de tres metros y medio. Aquellas criaturas que sólo ma...