꧁𝐓𝐢𝐭𝐚𝐧𝐬 [𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧] ꧂

23

Todo era nuevo para él.

Para JiMin realmente nunca había existido el significado de la palabra amor, mucho menos el siquiera haberlo experimentado, al menos no el amor hacia una pareja. 

El hecho de sentir vivamente un ajeno sentimiento en su pecho era realmente incómodo, más porque no podía negar que la sensación de tener a JungKook literalmente abrazándole con tanta dulzura y necesidad era rato, incluso debía admitir que era cómodo y se sentía seguro a pesar de que él no se encontraba correspondiendo al abrazo.

El silencio era eterno entre ambos, más porque JungKook ante lo dicho por JiMin había quedado en un incómodo silencio, un silencio que inquietaba demasiado al rubio.

—Si no piensa decir nada… —JiMin llevó ambas manos a los hombros del pelinegro, quien aun seguía abrazándole de la cintura, ambos siguiendo en el suelo —, déjame ir, quiero descansar.

JungKook le apretó más, incluso clavando su rostro en el pecho de JiMin.

—Hace años…

JiMin abrió los ojos de más, mirando en todo momento al techo cuando siquiera escuchó aquellas iniciales palabras. Verdaderamente iba a hablarlo, pero de igual forma esperaría y le pondría a prueba. JungKook debía ser honesto con él de inicio a fin, y lamentablemente y para la mala suerte de JungKook, JiMin sabía la mayoría.

—¿Cuánto exactamente? —preguntó JiMin, dejando sus manos en los hombros de JungKook, disfrutando del sutil tacto que entre ambos se daba.

—Hace años era un don nadie, vivía en la misma muralla que tú —comenzó a platicar, aun dudoso por el cómo las palabras difícilmente salían —, junto con mamá, papá y mi hermano menor.

—Siga.

—No puedo, JiMin…

—¿Por qué no?

—Porque me es vergonzoso.

—¿Vergonzoso hablar de sus sentimientos? —elevó una ceja, no dejando de mirar al techo —, si usted no se abre conmigo no sabré cómo corresponder.

—Me es vergonzoso porque la persona que has conocido no tiene absolutamente nada que ver con lo que fui en una niñez —JiMin permaneció en silencio, dando acceso a que continuara —, cuando era pequeño… una vez salí con mi hermano menor. Ya era tarde, así que fuimos a la orilla de la muralla a platicar. Él y yo éramos muy cercanos-

—¿Puedo preguntar qué pasó con él?

—Entonces… ese día —JungKook decidió evadir la pregunta, siguiendo con lo suyo —, llegaron unos adolescentes a golpearnos. Éramos de esas pocas familias que realmente tenían dinero en la muralla, por lo que estaban aprovechando para quitarnos lo poco o mucho que tuviésemos. Y entonces llegaste —JungKook por un instante plantó una sonrisa, recordando —, llegaste con una gran vara de metal a golpear a todos sin pensarlo.

JiMin frunció el ceño, tratando de recordar.

—Lo lamento, honestamente no lo recuerdo.

—Claro que no. Después descubrí que eras el niño vándalo que se mentía en problemas a cada rato en la muralla. No imagino a cuántos niños defendiste en la niñez —JungKook se dedicó a dar un enorme y profundo suspiro, recordando —, pero cuando significaste en mi vida fue la vez que le salvaste la vida a mi hermano menor.

JiMin finalmente fue sentándose sobre el mismo suelo, donde JungKook no quiso mirarle y sólo quedó acostado en sus piernas, manteniendo la mirada en todos lados menos a JiMin, quien le miraba su oscura cabellera negra, recargándose para soportar el peso.