CAPITULO CINCO

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Mientras corro hacia el punto de extracción, mi mente no deja de reproducir el encuentro con Alessandro Lombardi Messina

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Mientras corro hacia el punto de extracción, mi mente no deja de reproducir el encuentro con Alessandro Lombardi Messina. Sus palabras aún resuenan en mis oídos, y la duda comienza a asentarse en mi mente. ¿Es posible que tengamos un enemigo en común? ¿Alguien que esté manipulando ambos lados de la guerra?

El recuerdo del roce de nuestros labios me asalta, enviando una corriente de electricidad por todo mi cuerpo. No fue un beso intencional, sino un accidente en medio de un combate. Aun así, dejó una marca indeleble en mi memoria, una chispa inesperada en medio del caos. La sensación me confunde, me distrae de la misión en curso. Ese hombre de casi dos metros, cuya presencia te hace sentir pequeña, con ese pecho duro que alcancé a tocar mientras intentaba encestarle un golpe por la ira que me abarcaba, esos ojos, de diferente color que te hechizan con solo mirarlos, es como si te mantuviera en trance.

Siento cómo una corriente me recorre el cuerpo y mi piel se eriza al recordar los segundos de contacto que tuvimos, sintiendo un cosquilleo en mi abdomen bajo. Su mirada, intensa y penetrante, me observaba con una mezcla de desafío y curiosidad. Sus labios, brevemente rozando los míos, eran suaves y firmes, un contraste que me dejó desorientada y vulnerada en un instante. La sensación de su cuerpo contra el mío, aunque solo fue por un momento, despertó algo dentro de mí que no puedo ignorar.

El recuerdo me asalta una y otra vez, cada detalle amplificado en mi mente: su aliento cálido contra mi piel, el leve aroma a sándalo y el cedro que emanaba de él, la firmeza de sus músculos bajo mis manos. Me recrimino por permitirme recordar esos detalles, pero es como si mi mente no pudiera soltarlo, como si cada repetición del recuerdo se hiciera más vívida y detallada.

"¿Qué estás pensando, Angelik?" me reprendo, interrumpiendo mis pensamientos y obligándome a centrarme. Me obligo a recordar que Alessandro es un enemigo, un hombre peligroso con intenciones inciertas. No puedo permitirme ser distraída por algo tan trivial como un roce accidental de labios, sin importar lo electrizante que haya sido

La noche es oscura y silenciosa, solo el eco de mis pasos resuena en los callejones desiertos. El punto de extracción está cerca, pero cada sombra parece contener un peligro latente. Mi entrenamiento me ha enseñado a estar siempre alerta, pero ahora mi mente está dividida entre la amenaza inmediata y las palabras de Alessandro.

"¿Alguien está saboteando tanto a ti como a mí?" Su sugerencia tiene sentido, pero confiar en él va contra cada instinto que tengo. ¿Podría realmente estar diciendo la verdad? La idea de una alianza con él es repulsiva, pero si hay una tercera fuerza operando en las sombras, ignorarlo podría ser aún más peligroso.

Llego al punto de extracción, mis ojos escudriñando cada rincón en busca de mis compañeros. El lugar parece desierto, y una ola de preocupación me invade. Saco mi intercomunicador, esperando que esta vez funcione.

-Elin, ¿me copias? -Mi voz suena tensa, cargada de la urgencia del momento.

Una estática corta precede a la voz familiar de Elin.

Oscura SeducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora