THE DEAL

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𝙎𝙀𝙂𝙐𝙉𝘿𝘼 𝙋𝘼𝙍𝙏𝙀

—— "¿Vas a por un récord mundial, chico, o es que Alejandro no te ha explicado que no te pagamos por bolsa?"

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—— "¿Vas a por un récord mundial, chico, o es que Alejandro no te ha explicado que no te pagamos por bolsa?".

Peter, agachado en el suelo junto a un estante de patatas fritas de otras marcas, sonríe al Sr. Delmar, que está de pie con los brazos cruzados al final del pasillo.

El menor sabe que la expresión de exasperación del Sr. Delmar es más que nada un efecto dramático.

——"¿Tienes algún problema con la eficiencia, viejo?".

Las comisuras de los labios del hombre se crispan, pero mantiene la expresión.

——"Si no fuera por esa boca que tienes casi pensaría que no eres un niño de Queens, listillo. ¿Sabe tu tío que te burlas así de los mayores?".

Este levanta una mano medio encogiéndose de hombros mientras con la otra sigue metiendo bolsas en el perchero, a toda velocidad.

—— "En serio, niño, sabes que eres puntual, ¿verdad? Te agradezco el esfuerzo, pero quizás descansa un poco".

—— "Sí, pero tengo sitios donde estar. Cosas que hacer".

——"Parece que siempre tienes varias cosas en mente. ¿Aún no es verano? No me digas que ya empiezas con los deberes".

—— "No. La escuela es aburrida. Tengo cosas mejores que hacer".

—— "Quédate en la escuela, chico. Si no, acabarás como yo".

Peter se levanta y abre los brazos, indicando la estrecha bodega en la que ha trabajado casi todas las mañanas durante los últimos dos meses y medio.

——"Esto es genial"—— dice.——"Pero, como he dicho, tengo...".

——"Sí, sí, tienes sitios donde estar. ¿Tienes tiempo para una paga antes de irte a tus misteriosos lugares?".

Ante la promesa de dinero, consigue dejar de crisparse de impaciencia mientras sigue al Sr. Delmar hasta la recepción.

Su paga no es un cheque, nunca lo ha sido.

El trabajo de reponedor se hace por debajo de la mesa, fuera de los libros. Es un trabajo que encontró por pura suerte, que al principio no lo parecía.

Peter solía ir a Delmar's con el tío Ben, que aún vivía en el vecindario, y cuando entró un día especialmente frío a finales de marzo, sólo pensaba que estaría bien calentarse en un lugar que le resultara familiar, incluso se había gastado cinco preciados dólares.

Tomados de su entonces menguante asignación ahorrada, en un sándwich tostado, pensando que no había forma de que el Sr. Delmar le reconociera

¿Cómo iba a hacerlo, si Peter había sido una persona diferente la última vez que había pisado la tienda?

THE THIRD OPTIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora