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*Advertencia:

Besos, lenguaje explícito, palabras malsonantes, mente perversa, sexo oral y normal, dulzura (besos tiernos, abrazos), anorexia, violencia y abuso leve, masoquismo severo y masturbación. (esta vez el lemon será más fuerte).

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Hinata ya se ha recuperado, ya le han dado el alta. Después de todo solo era un día. Hinata ya está bien, claro que Kageyama sigue pensando en como sacar el tema de su anorexia. Quizás pueda utilizar trucos para que coma más o algo así.

Sí, ya sabe como hacerlo. Justo ahora están saliendo por la puerta del hospital, es el momento prefecto—Hinata, tengo casa sola, ¿vienes?

—¿Para qué?—Kageyama sigue impresionándose por la inocencia que tiene a pesar de todas las cosas sucias que dice, piensa y hace. Suspira.

—Sexo. ¿Quieres?

—Está bien.—no se miran y siguen caminado, paso tras paso, en una sola dirección; una casa vacía y dos adolescentes con hormonas hasta arriba, listos para tener su segunda vez. Al final el "fingir" ser pareja les va a venir bien y todo, sobre todo para Hinata que su meta era esa. Aunque por el camino del deseo haya sentido cosas nuevas, como amor y cosas así...

Bueno, de algo ha nacido ese amor, ya sea sexualmente o por vista. Soñar con alguien y que se reproduzcan escenas y posiciones de películas porno es algo normal, pero provoca ganas de experimentar. Pues sí señores, Hinata Shoyo va a probar poco a poco todas esas cosas sucias con Kageyama sin que se de cuenta.

Pero antes del sexo, Kageyama va a hacer algo más.

—Si no comes no hay premio.—ambos en una mesa, Hinata con un plato en frente suya, un ramen que ha preparado el mismismo Tobio Kageyama.

—Agh, eso es jugar sucio.—come, vaya que el pequeñín si sabe lo bueno, solo al oír eso ya devora el plato por mucho que no quiera. tan solo tres minutos antes de que Hinata toque su barriga y se sienta a explotar—Déjame tres minutos ahora, por favor.

Kageyama sonríe, ha conseguido que Hinata coma. Le hace feliz que su truco haya hecho efecto. Ahora cuando termine de comer ya no habrá piedad ni compasión en lo que respecta a ambos en una cama.

Y en esos tres minutos contados por Hinata, ya está listo, ha digerido un poco la comida. No está tan lleno ahora.

Kageyama lo ve de reojo, sentado en la silla, viendo como se levanta y se acerca—Ahora sí.

Sonrisa de medio lado antes de acabar en la habitación. En el borde, Kageyama sentado y Hinata encima de sus piernas. Choca pecho y pecho mientras las manos van a las mejillas y lo besa, en cambio; Kageyama empieza a pasar su mano por debajo de la camiseta.

Ahora lo nota, está delgado. Tendrá que hacer más trucos para que coma más.

Los ojos cerrados para dejarse llevar por el pequeño placer de los besos. Poco a poco y despacio al principio, solo sintiendo la lengua ajena explorando la cavidad vocal o jugando lengua y lengua. Puede jurar que le saca el alma solo con eso.

"Hinata pesa poco", piensa Kageyama.

Hinata queda debajo de Kageyama, en medio de la cama. Instintivamente las piernas del pelirrojo rodean la cadera de Kageyama—Es mucho mejor en la cama.

—Para mi solo basta con que estés tu.—entre el beso Hinata sonríe, sin abrir los ojos y sintiendo como ahora es su cuello el que recibe besos.

La mano de Kageyama pasa desde la pierna hasta la mejilla, haciendo que vuelva a besarlo en los labios—Parece que ya tienes más práctica.

¿Fingiendo ser pareja por sexo? [ Kagehina ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora