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—Yachi espera, no llames a la policía, no es nada grave... —no puede terminar la frase al escuchar en cuerpo caer fuertemente al suelo—. ¡Kageyama ya basta, estamos creando un escandalo por una mierda que es mía, para! Al final va a bajar tu reputación, asique para, por favor —respira agitado intentando impedir que este haga una locura. Kageyama ha golpeado de nuevo a ese y por eso la reacción de Hinata.

—No voy a soportar que te vuelva a traumar y a causarte tanto daño. Se merece que lo escarmienten. Se nota que nunca le han pegado una buena ostia de niño para que recapacite, yo solo estoy haciendo algo que debería de haber hecho alguien hace mucho tiempo —Hinata lo ve incrédulo. No quiere violencia.

—Eso, escucha a tu puto novio, no tires por tierra tu carrera como deportista. Yo soy el único que de verdad quiere a Hinata y lo ama, soy el único que no le haría daño. Soy yo el único que lo ve con ojos buenos y no lo juzgaría nunca —esto a Hinata le hace verlo fijamente. Ahora mismo es él quien quiere pegarle hasta que cierre su puta boca. Su cara muestra un claro enfado intentando neutralizarse.

Antes de que Kageyama pueda hacer algo al ver a su novio, este ya le ha pegado una bofetada igual de fuerte que cuando hace un remate. Ese agresor queda de nuevo en el suelo cuando ya se había vuelto a levantar por tercera vez.

—¿Nunca me juzgarías? ¿Nunca me juzgaste? ¿Nunca me heriste? ¿¡Nunca te dije que no y tu me intentaste violar!? —respira agitado y chirriando sus dientes. Ahora es el quien quiere matarlo—Eres un hijo de puta que me hizo la vida imposible y me creo inseguridades que aun tengo, tu eres el mismo idiota que me robó mi primer puto beso, el mismo que me creo traumas que aún no supero. ¿Y dices que nunca me dañarías? No me hagas reír —se pone de rodillas para estar frente a él, con una mirada penetrante y desafiante—. Te juro que yo si me atrevo a estamparte tu cabeza contra el suelo —acaricia el pelo de este, sonriendo demasiado; algo que lo transforma en terror.

—¿Y? ¿Crees que la gente te creerá? —se le nota en su voz el tenue terror que empieza a recorrerle la entrepierna; aunque más por la razón de ver como la pierna de Hinata amenaza una vez de pie con aplastarlo.

—No se si lo hará. Pero seguro que sí te partirte en dos por intentar hacer como que mi novio no es buen novio y por mentir delante de todo el puto mundo —se acerca a Kageyama abrazándolo por la cadera.

—Hinata, ¿estás bien? —pregunta Kageyama acariciando su mejilla para darle algo de mimos. Kageyama está más preocupado del bien estar de su pequeña mandarina que de su agresor. 

—Sí, pero quiero irme —el Karasuno desde hace un rato que está allí espetando todo, sorprendiéndose de saber más sobre Hinata.

Iban a marcharse junto a Yachi cuando la gente se asusta y siente un mal presentimiento. La pareja se gira al recibir un chillido—¡No creas que te voy a dejar escapar!

Se nota como sus manos estiradas tiemblan mucho sujetando un objeto metálico y de fuego; una pistola. Se le nota el terror en la cara al hijo de puta que abusó de Hinata. Le sudan sus manos y sus piernas tiemblan un poco, él no quería llegar a tales extremos.

Kageyama se asusta un poco al igual que Hinata, sobre todo por ver como este apunta a ambos, variando a veces entre apuntar al cuerpo de Hinata o Kageyama.

—¿Es en serio? —Hinata intenta hablar con calma para que no dispare—Cálmate por favor, no llevemos esto a un extremo así. Baja el arma —intenta mantener él mismo su propia calma y la del chico que los apunta con una SIG Sauer P226, aterrado por saber que va a hacer.

—Te he dicho muchas veces, te lo he repetido durante años y aún así piensas que hay alguien allí fuera que va a ser bueno contigo. Si no estás conmigo, no estás con nadie —da dos pasos hacia adelante.

¿Fingiendo ser pareja por sexo? [ Kagehina ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora