¿Fingiendo ser pareja por sexo? [ Kagehina ]

Extra ²

—Boo —Hinata pega un pequeño salto viendo la cara de su esposo con, ¿una máscara de payaso? ¡Qué hace con una máscara de...? Ah, es verdad. Con ver el resto de la tienda se puede entender que esa máscara sería para gente con fetiches poco comunes y diferentes a la mayoría. El pobre Hinata se imagina con eso y bueno... perfectamente estaría en ese porciento que le gustaría.

—No me pegues esos sustos, idiota —sigue gira su cabeza para seguir observando la estantería con delicadeza—. Hemos venido aquí a comprar, no ha jugar con las cosas. Pareces un niño pequeño —ríe por la nariz demostrando que se ve ridículo así, pero aún a sabiendas, lo ama.

—¿Ya has elegido? —lo mira perversamente mientras apoya su brazo en su hombro e intenta ver los mismo que él—¿O te gustan todas? ¿Quieres probarlas una a una?

El pobre Hinata avergonzado le da un sutil codazo—¿Y qué si es así? Por mi me llevaría toda esta tienda. Nunca nos aburriríamos.

—Cuidado con lo que deseas, porque podríamos comprar la tienda —el pelirrojo al oír eso carraspea su garganta arrepintiéndose. Estarían tres meses si fuera haciendo el amor teniendo todos los juguetes sexuales de la tienda.

—Bueno, ¿tú ya has elegido algo? —sí, de hecho lo que Kageyama muestra hace que Shoyo suelte un largo suspiro. Junto una mirada amenazante. Y aunque intente hacerle ver que no, esa conexión de miradas hace que se descojone ahí mismo y parezca que diga 'sí'.

⁕⁕⁕

—Por fin en casa —han pasado tres días desde que compraron, ¿veinte juguetes? Y ahora que acaban de venir de un partido, sus hijos no están y la casa está vacía, tienen que seguir la tradición de hacerlo justo después.

—Y por fin sentiremos que estaremos en casa, amor —nada más cerrar la puerta, Kageyama pasa su mano por la espalda de su novio y después a sus muslos para que este rodee en su cadera las piernas y puedan subir a la habitación. Su habitación y en la cual van a hacer cosas, muy, muy, muy pervertidas.

La puerta se abre y se cierra. Ambos caen a posta sobre la cama. Ya se empieza a notar el calor en las respiraciones de ambos y eso que no es ni el pequeño inicio de lo que está por pasar.

El azabache se levanta un momento de la cama para ir abajo. Mierda es verdad, se han dejado las cosas que iban a utilizar abajo para que los niños no lo vieran si entraban o cotilleaban como ya han hecho alguna vez encontrando cosas que no deberían de ver y teniendo que dar excusas. Uff... que recuerdos todo eso. Las movidas mentales que hicieron cuando podían decir a los condones 'globos', y a los lubricantes, 'cremas'. Pero no, ellos tenían que inventarse otra cosa estúpidamente creíble.

Ahí está Hinata esperando y viendo el techo esperando que su maldito esposo llegue ya. Agh, no puede aguantar más—¡Tobio! —chilla alargando todas las vocales de su nombre permaneciendo recostado.

Ya, al fin se escuchan los pasos corriendo que dicen que está suben y acercándose a la habitación.

—Disculpa la tardanza —bueno, pero ya con la caja que con un rotulador pone "navidad", pueden empezar. La risa malvada de Hinata deja en claro que todo va a ser muy divertido a la vez que vergonzoso, para tener vergüenza ajena, pervertido, morboso y que la generación infinita de orgasmos con ello. Y más Hinata, que el pobre es el pasivo y tendrá que meterse todo tipo de objetos extraños mientras Kageyama observa libido—¿Por cuál empezamos? —la caja se abre y tira todo su contenido a la cama.

—¿Cuál te gustaría a ti? —mira levantando su espalda un poco y apoyando sus codos para sostenerse mientras mira a Kageyama buscando y eligiendo. Creo que ha sido mala idea que elija él que juguete sexual utilizar primero, porque es que lo saque entre ese montón y Hinata tenga que tragar saliva varías veces. Eso va a doler.