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—¿En serio crees que eres algo solo porque ese idiota te lo dice?

Quita las sábanas de su cuerpo repentinamente. Abre sus párpados con tanta fuerza que el corazón le va a mil. Intenta tranquilizarse controlando la velocidad de intervalo entre suspirar y expirar. 

Comienza a estar menos agitado, pero conservando sus pulsaciones aceleradas. Ahora que han pasado dos minutos y ya controla su vista nublada, mira sus alrededores. Aun despendiendo aire por la boca.

Todo normal. Una pesadilla. Hacía mucho que no le pasaba. Hacía ya un año. Sí, han terminado el bachillerato. Hinata y Kageyama conservan noviazgo. Tanaka había salido con Shizune, pero al final cortaron. Asahi y Nishinoya siguen juntos, incluso se han mudado a vivir juntos; ya son mayores de edad.

Todos siguen en el club, aunque ya es un club más serio. No es solo un club de bachillerato; si no un equipo de Japón ganador de dos premios nacionales y a punto de ganar la mundial; pero aún falta un tiempo.

Retomando al pobre Hinata, este lleva su mano a la frente, apartando el pelo de la cara y viendo su otra mano; desorientado.

—¿Hinata, pasa algo?—Kageyama levanta su espalda de la cama, acercándose al cuerpo ajeno y con su mano, rodeando sus hombros.

—He tenido una pesadilla—deja caer su mano, mira ahora atentamente a su novio—. Tengo un muy mal presentimiento—Kageyama no dice nada, solo lo abraza calmando por fin las pulsaciones—. ¿Me haces el amor?—levanta un poco su cabeza, dejando ver unos ojos necesitados de otros solo mirándolo a él.

—No entiendo tu manera de calmarte—acaricia su mejilla dando un beso en esa misma zona—. Aún así, hoy no. Te recuerdo que hace apenas media hora lo hemos hecho y tu madre nos ha echado la bronca. Son las cinco de la madrugada

—¿Cuándo viviremos solo tu y yo?—no puede soportar la impaciencia en el fondo de su ser. Quiere respirar y solo sentirlo a él en su interior, con calor acumulándose en la piel y succiones en el cuerpo.

—Hinata, ¿estás bien? Tenemos piso, solo estamos de visita a la casa de tu madre. Hacía mucho que no la veíamos—Hinata está confundido.

—¿A sí?

—¿Te encuentras bien? Quizás te has golpeado—lleva su mano a la frente de este—. ¿Recuerdas que hicimos ayer?

—Sí, ir a un partido para el mundial. Hicimos el amor diez veces. Me comiste la boca frente a los reporteros y la cámara. Incluido me llevaste como princesa cuando ganamos el partido.

—Definitivamente el problema es tu cabeza—ríe un poco golpeándolo en su entrecejo—. Duerme, si no luego te quejarás porque he sido yo quien te ha privado de dormir—antes de que el pelirrojo hable, su entrecejo es besado por Kageyama una vez más.

Hinata mira insatisfecho el cuerpo de su novio. El mismo que se vuelve a arropar, dándole la espalda. Suelta un bufido al no recibir atención.

—Acabo de recordar mi pasado y no me das mimos—se deja caer encima de Kageyama. El azabache suelta un pequeño grito ahogado por aquel fuerte golpe. No puede enfadarse cuando su novio le pone ojitos encima suya, con su pelo algo sudoso en su cara.

—Cuando volvamos a casa—lo echa a un lado con cuidado de no hacerle daño. a veces suele ser súper insistente. Hinata se rinde y se queda bocarriba viendo el techo, mientras su novio duerme dándole la espalda.

—Últimamente estás distante conmigo. Casi no me dices cosas bonitas ni nada. Tengo miedo de que te quieras alegar de mi—termina, pasan diez segundos y nada.

¿Fingiendo ser pareja por sexo? [ Kagehina ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora