°•▪︎cap26▪︎•°

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El echo de estar tan lejos de él, me aterraba demasiado, no podría sobrevivir ni un minuto más sin sus labios en los míos. Necesitaba sentirlo aunque sea una vez más.

En el pequeño patio que nos había quedado, él arreglaba su moto mientras yo lo miraba con la ballesta en mi hombro, esperando a que me regresará la mirada para actuar. Cuando por fin lo hizo, no pude mover ni un músculo, me quedé quieta como si el fuera el depredador. Pegue un gran suspiro y me incorpore para acercarme segura hacia ese hombre, mis piernas flaqueaban y mi respiración se hacía débil. Aclaré mi garganta una vez que estuve junto a él, espere un segundo a qué girara a mirarme, parecía no querer hacerlo pero aún así lo hizo.

– hola.- saludé intentando que mi voz no temblará, Daryl hizo un gesto con la cabeza y acomodo la motocicleta.- am...Daryl, yo...siento mucho ignorarte por todo este tiempo, por despreciar a merle y arruinar lo que nos costó construir.- se quedó quieto, dándome la espalda, no respondia ni soltaba suspiro ante mis palabras. ¿Realmente lo arruiné?¿ Vale la pena lo que estoy haciendo?- en fin, te traje esto...Vi que tu ballesta está un poco destrozada, creí que te serviría tener una nueva.

Deje la ballesta colgada en el manubrio de la moto, no sentí nada con solo dejarla ahí, de todas formas no pareció importarle mi presencia. Me lo merecía, merecía esa actitud, después de todo yo la había tenido con él por días. Pero hay algo que él si tenia, tenia ese algo que hacia que su silencio sea más intenso y doloroso, ese algo me hacía daño pero no quería parar. Quizás sea masoquista, si de eso se trata recuperarlo, creo que puedo acostumbrarme a ello.

...

En la prisión nadie estaba tranquilo, todos ordenaban las armas con un poco de mirada tediosa, no encontraba explicación alguna a lo que íbamos a hacer. Estábamos en una guerra, en una guerra que nosotros no habíamos empezado pero,sin embargo, Estábamos destinados a terminarla.

Rick estaba intranquilo, tampoco podía pensar algo razonable, perdió a su esposa, podría perdernos a nosotros.
La cabeza de ese pobre hombre no habitaba en este mundo desde aquel día en el que lori murio, en sus ojos se demostraba la angustia que sentía en su interior, pero su cuerpo demostraba la firmeza que debia demostrar para no morir.
Nada de esto era igual, encerrados en una prisión sin haber cometido un delito, con frio y miedo. Realmente sobreviviamos todos los días.

Rodeabamos a Rick en una ronda, todos  mirábamos al jefe con nuestras miradas cansadas, ojos rojos y ojeras negras, algunos bostezaban al ver al sheriff pensar con mirada de molestia.

– como saben, mañana conoceré al gobernador.- su mirada se tenso, mirando a los que se habían convertido en su familia.- intentaré establecer límites.

– no creo que funcione.- cruzado de brazos,merle expreso su punto de vista.- si no me equivoco, lo primero que va a querer hacer es apoderarse de la prisión, luego pensara en una estrategia para matar a rick y lo siguiente, pero no creo que sea lo último que haga, será venir aquí y matarnos a todos nosotros. Los niños miraran como los asesinan, uno por uno, hasta que llegue el fin de su sufrimiento.

– merle, no creo que sea el momento para ser un imbécil, cierra la boca y escucha a Rick.- intervine, no podía soportar oír su voz, expulsando esas palabras por su boca. Suponiendo que carl me vería morir mientras lloraba, que Judith estaría con llanto hasta el momento de su muerte, se me erizaba la piel de solo pensarlo.-

– nadie verá morir a nadie.- Rick acomodo su cabello y tenso la voz.- hablaré con él y quiera o no, tendrá que aceptar el trato.

– ¿y si no acepta qué?- carol ponía su mano en su boca, como para intentar no llorar.- ¿hay un plan b por si eso no funciona o solo moriremos?

𝐍𝐎 𝐓𝐈𝐌𝐄 𝐓𝐎 𝐃𝐈𝐄 / (𝐃𝐀𝐑𝐘𝐋 𝐃𝐈𝐗𝐎𝐍 𝐘 𝐓𝐔́) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora