𝐍𝐎 𝐓𝐈𝐌𝐄 𝐓𝐎 𝐃𝐈𝐄 / (𝐃𝐀𝐑𝐘𝐋 𝐃𝐈𝐗𝐎𝐍 𝐘 𝐓𝐔́)

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Estaba en un descampado, tenía los pies desnudos, lo sabía por la raspocidad que sentía en mis plantas. El pasto estaba seco, pero las hojas de los árboles aún mantenían su color verde. Los olores eran amaderados y suaves a la vez. Me gustaba estar allí, estática ante tanta mezcla de colores y aromas agradables.
Al menos  me gustaba hasta que todo desapareció, el cielo que antes era azulado, ahora era negro. Los relámpagos se apoderaron del sonido que emitía el viento tranquilo, todo era oscuro y frío.
Pestañe para salir de esa pesadilla tan horrible, cuando los abrí, me encontraba sobre una montaña. No una montaña de tierra rocosa, una montaña de cuerpos, cuerpos ensangrentados en la sangre del otro.
Entre en pánico al ver a mis hermanas debajo de mis pies, intenté escapar pero solo tropezaba por los otros cuerpos, cai sobre uno. Reconocía esas manos, con ese tatuaje, era Daryl. Sus ojos permanecían cerrados, su rostro pálido y frío al igual que su cuerpo.
Mi respiración me peso, mire a mi alrededor intentando encontrar otra cosa que no sea muerte, pero eso era. La muerte misma. Pegue un grito al darme cuenta de la situación, comencé a llorar, no eran lágrimas. Era sangre.
Me preocupe aún más, tumbandome por fin entre los cuerpos, aceptando que todo había acabado.
Hasta que escuche su voz, la voz de mi padre, venía desde abajo de toda la montaña. Elevé mi cabeza para ver de que se trataba, cuando enfoque la vista, Vi a mi padre de rodillas junto al gobernador. Este sostenía la katana de Michonne junto a una sonrisa malévola.

Quería correr, mi padre estaba en peligro, aún así no podía hacerlo. Mis pies eran enganchados por las manos frías de los muertos. Paso un segundo en el que mire a un lado, solo para darme cuenta de que entre más me movía, más me hundía. Volví a mirar a mi padre, quien tenía esa sonrisa tan característica de él.

– papá, no puedo moverme...- pareció escucharme por más de que no haya gritado.- espérame

– mentiroso.- el gobernador le hablo a alguien más, mire hacia atrás y allí estaba Rick.-

Sin más, el gobernador tiró la katana sobre el cuello de mi padre, este cayó al suelo.

– PAPÁ!- grite con todas mis fuerzas, hundiendome entre los cuerpos.-

Murmullos, gritos, muerte. Todo eso se sentía mientras me iba a lo más profundo de los cuerpos, me llevaban con ellos a descansar para siempre.

"__ despierta"

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Me levanté de un golpe, con la respiración agitada, la boca seca y llena de lágrimas y sudor. Busque entre las cobijas un agarre para poder despojarme de esa desesperación, sentí a alguien agarrándome de los hombros. Era Daryl.

– ey, está bien, estoy aquí cariño.- intentaba buscar mis ojos con los suyos.-

– ¿¡Dónde está mi padre!?- lo empuje con mis puños en su pecho.- ¡quiero verlo!

– ¿Qué?

– él...¿él lo mató?- Daryl me miraba confundido.-

– ¿de qué estás hablando?, hershel está con Carol en la cocina.- relajando su agarre en mis hombros.-

Respire aliviada, aún así quería verlo, quite las manos de Daryl de mis hombros y baje al comedor.
Daryl me persiguió a mi paso, se que intentaba entender lo que había sucedido, sabía que había tenido una pesadilla.

– buenos días cariño.- era él, estaba sentado junto a sus muletas, tomando el desayuno. Corri a abrazarlo.-

– dime qué esto es real.- con mi cara oculta en su cuello.- dime qué estás aquí ahora.