𝐍𝐎 𝐓𝐈𝐌𝐄 𝐓𝐎 𝐃𝐈𝐄 / (𝐃𝐀𝐑𝐘𝐋 𝐃𝐈𝐗𝐎𝐍 𝐘 𝐓𝐔́)

cap 39

Seguimos el camino que Michonne mencionó y luego de una larga caminata encontramos una cabaña en aquel desolado lugar, ahora la noche oscura y fría nos acechaba a las afueras del hogar.
Mientras comíamos unas latas de comida que sabía del asco, en una cabaña con humedad e insectos, solo con una vela de fuente de luz y sin emitir una palabra o sonido; Mis pensamientos aprovecharon a hacerse presentes, esa voz molestando, diciendo que todo fue mi culpa aunque no hubiese razon para tenerla.
Recordando momentos horrorosos que me ponían la piel de gallina y hacia que se me aguaran los ojos.
Este silencio era aturdidor y peor que mil torturas.
Rogaba porque ese momento de agonía terminase, que esa voz que tenía en mi cabeza cerrará la boca por un segundo y escuchar un poco de música o charlar con alguien que no sea yo misma.

...

Michonne me miró, dejando la cuchara bailando en aquella lata de comida, abrazo sus rodillas y permaneció así por unos segundos observando como comía mi comida.

– por la mañana saldremos a recorrer toda la zona...- un ruido, por fin algo más que escuchar, algo que no eran mis pensamientos.- tal vez encontremos el refugio de alguno de nosotros o algo más que estos frijoles rancios.

– no creo que funcione.- dije soltando la lata a un lado de mis pies.-

– ¿Qué cosa?- frunciendo el ceño. Pensé un poco antes de responder con certeza.-

– solo digo que...esas huellas podrían ser de un caminante, tal vez debamos usar nuestra energía para buscar suministros y emprender un viaje por nuestra cuenta...- Michonne ladeó la cabeza un poco furiosa.-

– se que esas huellas no son de un caminante...eran de Rick.

– Michonne, se que es duro aceptar que los perdimos, pero no lo hagas más difícil de lo que ya es.

– ¡Rick no está muerto!

– ¿¡cómo sabes eso!?

Hubo un silencio incómodo junto a un duelo de miradas aguadas y llenas de irá.

– porque fue el último al que ví antes de irme...estaba herido...

– Michonne...

– no, mañana iremos a recorrer el territorio...a buscarlos, vivos o muertos. Ya tomé una decisión.- Michonne se levantó y desapareció de mi vista.

Por mi parte me quedé mirando como la vela se derretía por el calor del fuego, estaba procesando la discusión que acababa de tener con Michonne. Creía que ella se negaba a aceptar la realidad; pero tal vez era lo contrario tal vez era yo el problema.
Durante todo este tiempo creía que todo tenía solución para luego darme cuenta de que estaba dentro de una mentira piadosa hacia mi misma, dónde mi propia mente me jugaba una broma cruel.

...

Salimos muy temprano de la cabaña, caminamos por el pavimento mientras mirábamos el sol salir a lo lejos, Michonne parecía intranquila se notaba un miedo tenue. Quizás de no encontrar nada.

– mira.- llame su atención mientras apuntaba algún tipo de casa, más bien parecía un bar o un restaurante, Michonne no tardo en caminar hacia allí. Me hizo una señal de silencio y me pidió que me quedase en la entrada por si ocurría algo.- Michonne? - pregunté apoyada en la puerta.-

Escuchaba unos murmullos desde el interior, ¿acaso los había hallado?, ingresé con cautela y Vi a Michonne sentada en el suelo junto a la puerta.

– dios mío, ¿estás bien?- pregunté, inclinada junto a ella, luego mire a un lado y habia un caminante tirado en el suelo con un disparo en la cabeza.-

– estoy segura de que estuvieron aquí...- secando sus lágrimas.- debemos irnos.

– ¿Que te paso?- preocupada sosteniendo su hombro.-

– dije que debemos irnos.- dijo en un tono más alto.-

– lo sé, pero quiero saber si realmente estás bien.- ella asintió dejando caer las últimas lágrimas.- sigamos...

Ambas nos elevamos para seguir con nuestro camino, Michonne se veía realmente agotada y mal, de repente se detenía a respirar profundo y yo me detenía con ella. Caminaba detrás mio, temía por preguntar porque sabía que no respondería a mis preguntas.

...

Otros largos minutos en silencio, caminando por esa tierra basta y escuchando el sonido de la tierra crujiente, algo me hizo parar de caminar; Había tropezado con una lata grande, un postre de chocolate completamente vacío.

– es reciente.- mencionó Michonne observando la lata.-

– puede que estén refugiados en las casas de haya...- dije señalando el terreno, dirigí mi mirada a la de Michonne.- ¿no quieres descansar?

– no...estoy bien.- caminando hacia las casas, solo fue una simple pregunta y la última, sabía que ella no quería hablar del bajón que le dió en el restaurante entonces la dejé.- vamos.- me llamo en un tono fuerte.

Le echamos un vistazo a cada una de las casas, cada pista era importante por más pequeña que fuese, eso decía Daryl.
Trataba de no demostrar que me preocupaba saber si estaba bien ya que, ahora, procuraba mi supervivencia y la de mi compañera. Al menos lo intentaba.

Michonne se detuvo en una casa mientras recorría el alrededor, estaba agotada de tener que recorrer cada casa y no encontrar nada, ni una sola flecha...sangre, algo que me asegurase que él seguía con vida.
Las sombras, las voces que me rodeaban, veía cosas que parecían no ser reales;solo ocurrían en mi cabeza.

Todo comenzó en la noche que pasamos en la cabaña, Michonne dormía y yo me movía inquieta mientras sentía los gruñidos en la zona y el viento golpear en el tejado.

Cuando abrí los ojos, lo ví, otra vez él intentó colmarme la paciencia.
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–¿Acaso me estoy volviendo loca? —preguntó, mientras la sombra tomaba asiento y cruzaba los brazos.

–Dejaste que se fuera... dijiste que lo cuidarías por mí.

–Se me fue de las manos. ¿Cómo iba a saber que eso pasaría?

–¿Cómo pude confiarte el cuidado de mi hermano si no pudiste evitar la muerte de tu propio padre? Eres un desastre, ___ Greene.

–¡Ya déjame en paz! Estoy cansada de escuchar tu voz. ¿No hay algo más interesante que hacer en el infierno?

–Solo intento ayudarte. Esa... —miró a Michonne—. Esa negra quiere buscar al sheriff en lugar de a mi hermano. ¿Estás de acuerdo con eso?

–No, es solo que...

–¿Con quién estás hablando? —interrumpió Michonne, todavía somnolienta.

– con...- miró la silla, el ya se había ido.- solo estaba sonámbula...lo siento.
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Las sombras y las voces continuaban a mi alrededor mientras me mantenía sentada a un lado de la casa, mire el bosque buscando una alternativa a lo que pasaba en mi cabeza, sostenía mi cabello y mi respiración se hacía más pesada con cada mirada que daba.

– solo déjenme en paz.- suplique ya harta de escucharlos.-

Al sentir el tacto de una mano cálida en mi hombro, hice un giro un poco asustada, por suerte era Michonne con una sonrisa y lágrimas.

– los encontramos...- dijo con una sonrisa titubeante, la cual me contagió ya que en unos segundos ya estaba sonriendo con ella, por fin, las voces se habían calmado.