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Mis ojos fueron deslumbrados por la luz que entraba por las ventanillas del pabellón, había dormido por horas enteras y me di cuenta de eso por la cantidad de gente que habia en el pabellón, todos contagiados por el virus. Entre ellos estaban Glenn y Sasha, se veían terribles, el doctor s intentaba dar lo mejor de si para mantenernos vivos.

Me encontraba acostada en el suelo de mi habitación intentando mantenerme entretenida para no concentrarme tanto en el malestar, baje la mirada por un momento y ahí estaba él con su bandana negra sobre su nariz, mirándome fijamente desde el otro lado de la celda.

– no deberías estar aquí.- dije sentandome.-

– no podía irme sin despedirme.- se sentó en el suelo para poder hablar conmigo.-

– ¿dónde irás?

– debo ir por medicamentos para los enfermos, a ochenta kilómetros de aquí.

– ¿volverás?- pregunté un tanto preocupada, no quería que se notará mi tristeza al oir cada una de sus palabras y no poder abrazarlo al saber que se iría tan lejos, tenía que mejorarme lo más rápido posible.-

Asintió y dejamos que nuestros ojos hablarán por un rato.

– quisiera ir contigo.

– no siempre podrás ayudar a otros.- quizás si me preocupaba mucho por otras personas, era parte de mi querer ayudarlas.-

– ¿cómo están los demás?

– están como locos, tyreese perdió a su novia.- Karen, baje mi cabeza al oír eso, me pregunte si debia ocultar tal cosa.- y perdimos a mucha gente el día de hoy.

Otra vez ese silencio inquietante, en esos que no sabes que decir o como expresarte corporalmente, solo quería besarlo.

– prométeme que volverás.- intentando que no salgan las lágrimas.-

– debo hacerlo.

– bien.- asentí ocultando mis ojos aguados.- te amo.

– yo igual.- lo dijo levantándose del suelo.-

– no mueras.- dije con un gran nudo en la garganta.-

– tu tampoco.- se acercó a mi puerta y dejo una flor sobre un libro. Para luego irse.-

En un acto desgarrador, abracé el regalo como si fuera él, con lágrimas que no cesaban al temer no volver a sentir su amor. Cada "te amo" al libro era un eco de mis sentimientos. Admiré cada detalle como a él, perfecto en cada mañana. Mis lágrimas me arrullaron hasta dormir en el frío suelo, anhelando que todo fuera una pesadilla y despertar cubierta en sus brazos.
...

Papá pronunciaba mi nombre, no podía abrir mis ojos porque quemaban al intentar hacerlo, ¿Qué hacía papá aquí? Podría contagiarse. Esa pregunta rondó en mi cabeza hasta que los abrí.

– ¿papá?- abriendo los ojos.- ¿Por qué no traes barbijo?

– no hay tiempo para explicar, toma esto.- pasandome un pequeño vaso con un líquido en su interior.- se que lo odias pero debes beberlo todo.

Lo tomé y al sentir el sabor casi vomito, reconocería ese bendito té en cualquier vida, sabía horrible.

– ¿tratas de envenenarme?- intentando sonreír.-

Papá rió y me pasó un paño húmedo.

– debes ponerte esto, recomendación del veterinario.- reímos.-

– mis hermanas, ¿están bien?

– si, preocupadas por lo que sucede, están en aislamiento al igual que todos los expuestos, Pero pronto estarás ahí con nosotros molestando a Maggie y a glenn. Sosteniendo a judith y abrazando a carl.- me observo con detalle.- te veo mejor que los demás, podrías recuperarte más rápido, ¿tuviste alguna otra perdida de sangre?

𝐍𝐎 𝐓𝐈𝐌𝐄 𝐓𝐎 𝐃𝐈𝐄 / (𝐃𝐀𝐑𝐘𝐋 𝐃𝐈𝐗𝐎𝐍 𝐘 𝐓𝐔́) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora