PADDY REILLY.

467 27 1
                                    

Al volver con los reclusos, cada uno le entrego un arma para poder protegerse y a la vez limpiar su propio pabellón, ellos se veían confundidos ante tanta protección debido a que no estaban acostumbrados a lidiar con los muertos.
Ellos pensaban que solo eran personas locas de remate y que, con mucha experiencia del pasado, podrían atacarlos por las espalda y golpearlos hasta que estos murieran.

– ¿para qué necesito esto?- preguntó el recluso cuestionando la habilidad del hacha que traía entre sus manos, no tardo en presumir su revolver 38 con una gran sonrisa maquiavélica...- si tengo esto.

– no hay que disparar.- observó daryl.- al menos de que tengas la espalda contra la pared, el ruido los atrae...los irrita mucho.

Sin más, Rick se puso frente a su público de aprendices y como todo un profesor, comenzó a exponer.

– entraremos de a dos, daryl irá primero con t y __, yo cubriré la retaguardia contigo.-  apuntando al moreno de baja estatura.- manténganse cerca, mantengan la formación sin importar cuanto se acerquen los caminantes.
si alguien rompe la fila, todos podríamos morir... si alguien escapa puede que lo confundamos con un caminante y lo matemos de un hachazo.

Daryl no tardo en unirse a dar órdenes.

– y ahí deben apuntar...estas cosas solo mueren de un hachazo en la cabeza.

El preso que siempre buscaba oportunidades para demostrar su deseo hacia la castaña, carcajeo por lo bajo y dijo.

– no debes decirme como matar a un hombre...

– no son hombres, son otra cosa..- explicó t-dog.-

– solo recuerden, deben apuntar al cerebro.- repitió rick.-

Con mirada amenazante, Greene, se acercó al recluso y este creyó que por fin tendría algo de acción con la bella chica, pero ella no tenía intenciones de ser amable.

– ¿ahora si quieres jugar conmigo nena?- sonrió el recluso.-

__ entre cerró los ojos y dijo entre dientes.

– no te salgas de la formación y...por favor, ten mucho cuidado con lo que haces porque sería una lastima que una de mis balas fuera directa a tu cabeza.

Daryl sostuvo la mirada en el preso que hablaba con su novia, él se puso detrás de su amada y puso una mano en su brazo, diciendo.

– no deberías acercarte tanto a este...

El Ballestero le dirigió otra mirada rápida al recluso que mantenía su sonrisa coqueta y con la mirada puesta en la figura de Greene.

Daryl quería mantener a su pareja y al recluso en la mira, ya que su novia insistía en querer ir cerca de ese recluso para estar más seguros, aunque sabía que ella tenía otros planes ante los prisioneros y no vería pasar ni un segundo en el que sus balas se gastasen en ellos.
Entonces, con las quejas de su pareja en el camino, Dixon la puso delante suyo, justo en el medio de su compañero t-dog y él, así el prisionero no tendría oportunidades de distraerse con su bella novia y su bella novia no arruinaría el plan.
Pero fundamentalmente quería protegerla de los caminantes.

La formación ya estaba más que preparada para cruzar al siguiente pabellón, así que, con paso y cautela pudieron llegar al pasillo que los dirigía hacia su destino.

Parecía no haber monos en la costa, pero en lugar de un silencio casi absoluto, uno de los prisioneros decidió ser una alarma de emergencia y gritar.

– ¡YA VIENEN!

Grito el rubio, a lo que Rick respondió con una orden de silencio.
Ya era tarde para pedirlo; los gruñidos de los caminantes se hicieron oír, nadie tenía permitido atacar hasta que Daryl diera la señal de acción, pero lamentablemente no pudo llegar a finalizar el conteo porque los prisioneros se abalanzaron hacia los muertos, dejando confundidos a los cuatro sobrevivientes.

𝐍𝐎 𝐓𝐈𝐌𝐄 𝐓𝐎 𝐃𝐈𝐄 / (𝐃𝐀𝐑𝐘𝐋 𝐃𝐈𝐗𝐎𝐍 𝐘 𝐓𝐔́) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora