CAPÍTULO 8

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"Te ves hermosa"

UNA SEMANA DESPUÉS DEL SECUESTRO

ADRIEN

Han pasado siete días desde que Megan desapareció, y cada minuto que pasa siento que una parte de mí se pierde con ella. No tengo ni idea de dónde puede estar y la incertidumbre es una tortura constante. Cada noche, el insomnio me consume y cada día, la desesperación me empuja más cerca del borde.

Estoy en la estación de policía, junto a Liana. Ella también está preocupada, pero trata de mantener la calma por ambos. Me acerco al mostrador y hablo con el oficial de guardia.

― Estamos aquí para hablar con el coronel Miller sobre la desaparición de Megan Jones.― digo, tratando de mantener la compostura.

El oficial nos mira y asiente.

― Un momento, por favor.― dice, levantando el teléfono para llamar al coronel.

Después de unos minutos que se sienten como una eternidad, nos llevan a una sala de conferencias donde el coronel nos espera. Es un hombre de mediana edad, con un semblante serio y cansado.

― Señor Adrien, señorita Liana, por favor, siéntense.― nos dice, señalando las sillas frente a él.

Nos sentamos y el coronel comienza a hablar, su tono profesional pero algo distante.

― Hemos revisado las cámaras de seguridad y pudimos ver a Megan subiendo a un automóvil después de aterrizar en la ciudad. Sin embargo, después de eso, no hemos encontrado rastro alguno de ella. El vehículo salió de la ciudad y se desvaneció de nuestro radar.― explica, mirando un dossier en la mesa.

― ¿Qué quiere decir con que se desvaneció?― pregunto, sintiendo cómo la ira y la frustración comienzan a burbujear dentro de mí.

― El coche se dirigió hacia una zona rural donde la señal de nuestras cámaras es muy débil. No pudimos seguir su pista más allá de cierto punto.― responde el coronel, su tono mesurado.

Liana aprieta mi mano bajo la mesa, tratando de calmarme.

― ¿Y qué están haciendo para encontrarla?― pregunta ella, su voz firme pero preocupada.

― Estamos explorando todas las pistas posibles. Sin embargo, hay algo más que deben saber.― dice el coronel, haciendo una pausa antes de continuar.― Hay sospechas de que Megan podría estar involucrada con una organización de lavado de dinero. Ella es considerada una figura clave dentro de esta red.

La declaración del coronel cae como una bomba. Me levanto de la silla, furioso.

― ¡Eso es una completa mentira! ¡Megan no es una delincuente!― grito, acercándome al coronel, la rabia ardiendo en mis ojos.― ¡Ella nunca haría algo así!

El coronel se mantiene impasible, pero dos oficiales se acercan para contenerme.

― Señor Adrien, cálmese por favor. Estamos haciendo todo lo posible para encontrarla, pero debemos considerar todas las posibilidades.― dice, intentando mantener la calma.

― ¡No pueden tratarla como una criminal! ¡Ella es una víctima aquí!― insisto, mientras los oficiales me retiran de la sala.

Liana se levanta y me sigue rápidamente, intentando calmarme.

― Adrien, por favor, cálmate. No vamos a ayudar a Megan si perdemos la cabeza.― dice, su voz suave pero firme.

Afuera, en la acera frente a la estación de policía, dejo escapar un grito de frustración.

Más allá del contratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora