Mundo virtual ideal de Kurosaki Ichigo

02: Primera Misión.

Bleach pertenece a Tite Kubo.

Mundo virtual ideal de Kurosaki Ichigo

Rukia, Orihime (con sus habilidades y vestimenta de Fullbringer activadas), Yoruichi, Rangiku, Suì-Fēng, Harribel, Kuna, Hiyori, Lisa y Riruka, despertaron en sus propias habitaciones, sin importar si esta era llamada Mundo Hueco, Sociedad de Almas, Las Noches, Karakura o Mundo Humano.

Rukia fue a buscar al Urahara NPC, para pedirle su ayuda y poder liberar los poderes Shinigami de Ichigo, sin liberar a su vez, al Yhwach virtual. Si evitaban que fuera Yhwach quien se manifestara a través de la Zanpaku-Tō, entonces lograrían ganar la guerra, incluso si era en un mundo virtual.

Y Kurosaki Ichigo, su futuro esposo, estaba en el Mundo Humano y sin conocimiento alguno de lo que pasaría. Gracias al Urahara NPC, recibieron un artefacto el cual (según Urahara NPC) era el Anti-Hyogoku y solo permitiría el acceso de Ichigo a sus poderes Shinigami y todo lo que ellas tenían que hacer, era acercar la Anti-Hyogoku al pecho de Ichigo, para sellar el lado Quincy y la influencia del Yhwach virtual, también llevaron una Asauchi, gracias al Nimaiya Ōetsu NPC.

Gracias al chat, los diez miembros del Harem de Ichigo, se mantuvieron alerta, en caso de que aparecieran los Hollow, pero ninguna podía sentirlos o verlos todavía.

Así, hasta que llegó la noche y Rukia vio como el hogar de los Kurosaki era atacado. — ¡Maldita sea, casi llego tarde! —Rukia vio a su bella y sexy fresa, salir de la casa y empuñar un palo de madera. — ¡Mae: Sode no Shirayuki! (Danza: Remolino de Nieve Blanca) —la espada creció y se vuelve completamente de un color blanco inmaculado. El Hollow golpeó a las hermanas de su amado. — ¡Some no Mai: Tsukishiro! (Primera Danza: Luna Blanca) —Rukia describió un círculo con la espada, siendo esta última, seguida por un brillo blanco, capaz de congelar al Hollow. Ichigo miró asombrado a la chica, quien congeló al monstruo, que golpeó a Yuzu y Karin. — ¡Usa esta espada! —se la arrojó a Ichigo, quien también atrapó por reflejo un colgante.

— ¿Quién eres tú? —Preguntó Ichigo, algo asustado.

—Estoy rastreando a este monstruo. —explicó la pelinegra —Soy Rukia. —Ichigo se colgó la nueva Hyogoku en el cuello, liberando lentamente su poder latente como Shinigami, mientras empuñaba con valor la Asauchi, la cual, al todavía carecer de un espíritu en su interior, entonces no cambió de forma y permaneció como una Asauchi. —Sígueme. —Ichigo saltó detrás de la chica y lanzó los mismos cortes y puñaladas, que lanzó ella, hasta que el Hollow fue eliminado.

Nuevo Logro: Tu esposo ha derrotado a su primer Hollow, sin arrebatarte tus poderes de Shinigami.

Nuevo Logro: Tu esposo ha comenzado a despertar sus propios poderes de Shinigami.

Nuevo Logro: Tu esposo tiene su propia Asauchi (Lejos de la intervención de Yhwach)

— ¿Te importaría ahora, contestarme quién eres?

—Soy una Shinigami. Mi nombre es Rukia. Existen cientos de otras personas como yo, quienes cazamos a los espíritus que se corrompen y se vuelven malvados, —apuntó con su espada —como al que acabamos de combatir. Pero también, vamos de un lugar a otro, enviando almas perdidas en la tierra de los vivos, hacia el paraíso o el infierno, según a donde tengan que ir. Ahora: Eres un Shinigami, pero no te preocupes por nada. Voy a entrenarte, como una compensación, por salvarme la vida y aceptar hacer mi trabajo.

—Ese fue un buen primer combate, muchacho. Soy Kenpachi Zaraki, Capitán de la Undécima división del Gotei 13 —dijo una voz detrás de él. Allí, había tres personas. Pero no fue el venerable anciano, quien llamó la atención de Ichigo, sino el hombre a su lado. Ichigo lo describiría como: un hombre peculiar. Su altura y su constitución física le hacían un hombre imponente, a lo que hay que sumar su amenazante rostro que está surcado por una cicatriz vertical desde la frente al cuello. También destaca el parche que lleva en su ojo derecho. Además de eso, luce un extraño peinado en el cual consume mucha gomina para erizarse su pelo y atar sus cascabeles a los mechones. El haori de capitán que luce está recortado abruptamente por los hombros y la parte de abajo, además de esto utiliza el Shihakusho estándar sin ninguna otra modificación más que unas cuantas vendas en el tórax.

Sobre el hombro de aquel peculiar hombre, estaba una niña de pelo rosa, mide 1,09 metros, vistiendo igual que el hombre.

Y finalmente, un venerable anciano completamente calvo por su avanzada edad y con una extremadamente larga barba cana trenzada con un cordel de color morado, que le llegaba hasta la cintura, unas pobladas cejas, cayendo a ambos lados enmarcándose un rostro surcado de arrugas. Cuando alguien lo conoce por primera vez, se intuye cierto aire desvalido, ya que este se apoyaba constantemente en un grueso bastón y estaba ligeramente encorvado. Estaba vistiendo shikakushō negro y por encima de él, luce el haori blanco que en su caso era de mangas largas y lleva a su espalda a modo de manto, en lugar de vestirle. —Gracias por auxiliar a la señorita Kuchiki. Me presento: Soy Genryūsai Yamamoto Shigekuni. Lo que has derrotado es solo uno de otros cientos de Hollows, que están apareciendo por todas partes y derrotarlos, está resultando muy complicado, para nosotros, los Shinigami. Por lo tanto, joven, te ofrezco un... digamos: Trabajo de medio tiempo, entrenando junto a Kuchiki Rukia, para defender tu ciudad de la sobrepoblación de Hollows, que se están presentando en esta zona.

Rukia miró a Ichigo y asintió suavemente. —Acepto, Shugekuni-San.

—Por favor: Solo Yamamoto. —pidió el anciano —Entonces está decidido: Rukia te entrenará, para que despiertes los poderes Shinigami, que te dará el collar en tu cuello y los magníficos poderes que te serán concedidos a través de tu espada Asauchi.

—Adiós muchacho, espero poder entrenar en Zanjutsu contigo —dijo Kenpachi, mientras que Yamamoto, Kenpachi y la niña, desparecían.