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Ahí estaba Dongmin, mirando por la ventana del autobús mientras se dirigía a su departamento.

A pesar de tener veintiun años, vivir solo en otra ciudad y ser un estudiante becado, no le iba tan mal.

Tenía un trabajo de medio tiempo en una cafetería como cajero, al mismo tiempo era estudiante en la universidad de artes, algo que sus padres desaprobaron completamente.

Sus padres siempre fueron personas demasiado estrictas, uno era abogado y la otra contadora.

Dongmin siempre había destacado en su antigua escuela por manejar perfectamente el aprendizaje de otros idiomas, para sus padres eso era la oportunidad de oro para que muchas puertas se abrieran para su único hijo.

Pero la verdad Dongmin quería algo muy diferente.

Le gustaba bailar.

Recuerda perfectamente la oportunidad que tuvo cuando se corrió la voz de que en su escuela se haría un musical del "cisne negro".

Recuerda las muchas noches en velas practicando para audicionar, se lastimo, cayó,se levantó pero jamás desistió.

El no era conciente del talento natural que tenía, pero aquel jurado que en realidad eran "cazas talentos".

No dudaron en aplaudirlo y darle el papel protagónico.

Cuando Dongmin les dió la noticia felizmente a sus padres estos solo lo persuadieron con comentarios como:

"¿Debería sentirme orgulloso por eso? Solo es un musical".

"No deberias perder el tiempo en esas cosas".

Si era una completa basura.

Sin embargo Dongmin siempre se caracterizó por ser una persona perspicaz, orgullosa y sobre todo por no rendirse jamás.

A pesar de que ese día del musical no tuvo a sus padres entre el público dandole apoyo, sabía que estaba haciendo un gran trabajo, pues las personas lo miraban con un brillo de admiración y eso le gustaba.

Cuando el musical finalizó fue aplaudido y elogiado por su arduo y excelente trabajo.

Una parte de el hubiera querido que sus padres lo vieran.

Pero había otra que agradecía que hubiera sido así, porque era un gran momento y ellos seguramente lo hubieran arruinado.

Aún así, el destino reparaba cosas maravillosas para el rubio soñador.

Cuando se anunció que había obtenido una beca completa en la universidad de artes en Seúl, su corazón retumbó como nunca antes, estaba feliz, se sentía orgulloso, sentía que era la oportunidad de su vida.

Aún que al llegar a casa obtuvo un rotundo "NO" de parte de sus padres, sus ánimos bajaron y su mundo lleno de sueños y brillitos, decayó a una inmensa oscuridad.

No había maneras de que ellos cambiarán de opinión, estaba destinado a estudiar una carrera aburrida y que no era de su agrado, quizás comprometerse joven y tener hijos con una mujer que sus propios padres escogieran.

¿Cómo se podía denominar eso como vida?

Cuando pensó que no había escapatoria, la madre de su mejor amigo.

Sanha.

Fue su salvavidas, pues el no fue el único en obtener una beca en aquella universidad, Sanha también lo había hecho, por lo que su madre recurrió a los padres del rubio para pedirle que lo permitieran cursar en la universidad.

Ellos se negaron al principio pero después de las súplicas y palabras de la mujer, quien era amiga cercana de la familia.

Decidieron darle una oportunidad a su hijo, con la condición de que el tenía que defenderse por si solo.

Car's outside (+18) | BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora