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La noche parecía infinita para los amantes que se daban todo de si en aquella despedida, porque a la mañana siguiente tenían que despedirse para emprender caminos diferentes.

Dongmin estaba encima del azabache saltando con fuerza, mientras esté con una mano sujetaba una nalga del rubio y con la otra se aseguraba de dejar caricias en el apenas notable vientre abultadido de su rubio bonito.

El azabache estaba preocupado por lo que los movimientos acelerados del rubio al bajar y subir pudieran causarle al bebé, pero sinceramente no quería negarle aquello.

No después de haberlo hecho después de la primera ronda en la mañana y haber soportado las lágrimas del rubio por más de media hora y el que no quisiera tenerlo cerca.

Por lo que después de aquel almuerzo Sanha y Minhyuk se habían ido al hotel, diciendo regresar en la mañana por el rubio, Dongmin encerró a Bin en aquella habitación, pidiéndole que le hiciera el amor durante las horas que les quedaban juntos o de lo contrario se iría con su bebé lejos de el.

Sin opciones, Bin accedió a los pedidos de su rubio, aún que ahora se encontrará demasiado cansado y el otro pareciera tener demasiada energía.

Y la verdad no se quejaba, Dongmin  se veía demasiado hermoso de esa manera, sudado y montándolo con ganas completamente excitado.

Sus piernas temblaron y el interior del rubio le apretó en demasía, la mano que estaba en la nalga del rubio se fue a su cadera junto a la otra mano, apretando levemente ahí mientras lo veía retorcerse por el reciente y quizás quinto orgasmo que tenía, Dongmin estaba demasiado sensible...

Jadeantes y cansados juntaron sus frentes con sonrisas ladinas llenas de satisfacción.

—¿Estas bien cielo?—susurró Bin acariciando la cadera del contrario con sus pulgares, el rubio asintió tratando de regular su respiración, hasta que recordó un detalle.

—Tu no te viniste, debo ayudarte...—El rubio intento moverse una ves más pero fue detenido por el azabache.

—Está bien mi amor es suficiente por hoy, estoy satisfecho si tu lo estas.

—Pero...

—De verdad estoy bien—Las grandes manos de Bin fueron al vientre de Dongmin acariciando la zona con delicadeza.

—¿Por que lo tocas tanto? ¿No es extraño?

—Intento hacerme la idea de que tendré una hija, además me gusta tocar tu pancita, es suave y bonita, ya no puedo esperar a verla mas grande...—La sonrisa en el rostro de Bin brillaba con emoción, aun que de pronto Dongmin empezó a tener pánico.

Tanto que sin previo aviso saco el miembro del azabache de su interior, levantándose de su regazo para bajar de la cama.

—¿Qué sucede?—Pregunto Bin  al percatarse la actitud repentina y extraña de repente en Dongmin.

—¿Hmm? no pasa nada, solo me daré un baño .

—¿Es correcto hacerlo tan tarde?

El rubio se encogió de hombros, no es que no le importara el asunto, simplemente no lo sabia y la verdad necesitaba el baño, aun que la razón principal era tratar de disipar los pensamientos que de pronto lo atacaban de manera agresiva.

Por lo tanto camino al pequeño baño en la habitación y casi de inmediato se metió en la ducha, la imagen mental de el con una gran panza de embarazo le daba miedo, la cirugía a la que se sometería para sacar al bebe, lo maltratado que quedaría su cuerpo, eran temas sensibles y difíciles para el.

Pero sobre todo el extraño presentimiento de no poder bailar nunca mas.

¿Cómo se supone que lo haría? Ahora cuidara de un bebe a tiempo completo, no habrá espacio para nada mas que el bebe en su agenda y eso no solo era frustrante si no también lo hacia sentir vulnerable y decepcionado de el mismo.

Ni siquiera noto a cierto pelinegro acercarse a el, posándose detrás de el, envolviéndolo en un abrazo protector, transmitiéndole todo el calor y cariño que le fuera posible.

—Hay algo molestándote ¿Qué es?

Bin era tan importante para Dongmin que el simple hecho de escucharlo lo hacia sentir en calma, como si lograra calmar sus malos pensamiento haciéndolo relajar de una manera satisfactoria.

—Son solo cosas, no tienen importancia.

—Todo lo que tenga que ver contigo tiene importancia para mi, vamos dímelo...

Dongmin suspiro y asintió con su corazón agitado.

—Es solo que imaginarme con una panza de embarazo me hace sentir... Ansioso de repente.

—¿Por que?

—No podre bailar cuando el embarazo este avanzado—Dijo casi en un murmuro extendiendo sus manos bajo la regadera para que fueran mojadas por la lluvia artificial.

—Entonces es eso...

—¿Es estúpido?

— Claro que no, te preocupas por tu futuro ¿Qué tiene eso de malo?

—Me siento egoísta, no seré el único arriesgando su carrera por esto— Acaricio su vientre.

—Por esto... ¿No es un poco feo referirse a la bebe?—el rubio abrió sus ojos y se dio la vuelta tan rápido como pudo.

—¡Dios no! no quise hacerlo es solo que...

—Tienes miedo...—Finalmente Dongmin se calmo y asintió—En realidad no eres el único, pero se que hare mi mejor esfuerzo para ser de ayuda, no quiero abandonarte con un bebe o dejarte todo a ti, estaré presente en tu vida y en la vida de la nena tanto como sea posible, porque justo ahora mi carrera pasa a ser lo menos relevante en mi vida, simplemente me interesa tu bienestar y el de la bebé.

¿Cómo Dongmin podía pensar de manera tan egoísta? era obvio que el no era el único arriesgando, incluso Bin estaba arriesgando mucho mas, eran años de trayectoria los que el idol tenia, años que podían irse a la basura si la noticia de su embarazo saliera a la luz ¿Cómo podía pensar solo en el?

—Tienes razón...—murmuro con sus labios abultados, los mismos que el azabache beso con ternura.

—Lo haremos bien, haremos esto juntos como pareja y como padres ¿bien?— Dongmin levanto su mirada con sorpresa.

—¿Que?

la sonrisa de Bin en ese momento era la mas resplandeciente que pudiera existir...

—Si ocurre algo me llamas.

—Si

—Toma —El azabache extendió una tarjeta al rubio—Por favor no te limites, todo lo que hay dentro de ella te pertenece ¿bien?—Dongmin miro la tarjeta tragando grueso —Dongmin tu y yo hablamos de esto cielo...

—Si, lo siento—Tomo la tarjeta aun con nervios y sonrió al mayor para que no se angustiara.

—¡Dios! ahora te extrañare mas que antes.

Bin abrazo con fuerza al rubio, esa mañana ambos partirían a ciudades diferentes, con un nudo en sus gargantas pero con la satisfacción de saber que ahora eran una pareja y estaban a la espera de su nena.

—Por favor cuídate mucho y descansa siempre que puedas, estaré muy pendiente ti mi amor.

—Si, tu también, te quiero... te queremos mucho mi...Binnie.

El sonido de la cámara se escucho detrás de ellos, mientras la madre de Bin sonreía al ver la foto en sus manos, una para las tantas que habían alrededor de toda su casa.

—Bien ¡vámonos!—Grito Sanha entrando a la sala donde estaban Bin y Dongmin.

—Son tal para cual—murmuro el señor Moon refiriéndose a Sanha y Minhyuk.

Aquello no era un adiós para siempre, si no un hasta luego para ambos, después de todo les esperaba una larga vida llena de miles de emociones pero juntos al final.

Car's outside (+18) | BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora