Car's outside (+18) | Binwoo

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El menor sentía nervios a medida que se acercaban al bar, sabía que habrían varios compañeros de clases y Sanha, sin embargo sus nervios no eran por eso, eran porque el joven cantante lo estaba llevando al lugar.

Entonces el pánico de que alguien pudiera verlos o reconocer al cantante estaba muy latente en el.

El mayor al contrario, parecía bastante despreocupado, la verdad se sentía relajado, ahora sentía un peso menos en sus hombros, el que Dongmin aceptara quedarse con el antes de la gira, era algo que había pensado desde quella noche donde lo escucho decirle que estaba acostumbrado a que lo dejara solo, la verdad pensó que Dongmin se negaría pero para su suerte y fortuna no había sido así.

Así que sentía bastante bien, aún que sus planes de pasar una noche grandiosa con el menor se hayan visto interrumpidos.

—Puedes dejarme aquí por favor...—el mayor miro que aún faltaban unos cuantos kilómetros para llegar a la entrada, así que volteo a mirar al rubio.

—¿Por qué no en la entrada?

—¿No te das cuenta la cantidad de personas ahi? Es mejor no arriesgarnos.

Claro, las personas, los fans, claro...

—Está bien, pero vendré por ti para llevarte a casa.

—No es necesario puedo tomar un taxi Bin, además seguramente será de madrugada y...

—Y no importa, además debo ir a la empresa para grabar una canción, así que... Estaré despierto de igual manera...

—Oh... Pero...

—Por favor Dongmin, ya no me pongas peros...—el mayor hizo un puchero tomando la mano del rubio para darle varios besitos en su dorso.

¿Cómo podría resistirse Dongmin a ese lado tierno de Bin?

Solo asintio con una sonrisa, mientras el otro se estiró plantandole un sonoro beso en sus labios.

—Me llamas...

—¡Si!—el rubio bajo del auto negro cerrando la puerta tras de el, pero el mayor bajo la ventanilla siguiendo sus pasos.

—¡Ey Dongmin!

El mencionado volteo con un poco de pánico.

—¡Feliz cumpleaños bonito te quiero!

Dongmin sintió que el alma abandonaba su cuerpo cuando varias personas voltearon en su dirección, gracias al grito del mayor, pero la adrenalina se fue cuando el mayor sonrió con picardía subiendo la ventanilla y acelerando, desapareciendo de aquella calle.

Entonces cuando pensó que ya habían sido demasiadas emociones por hoy, diviso al pelirrojo cruzado de brazos mirando en su dirección.

—¡Vaya vaya! Pero si nuestro cumpleañero se atrevió a llegar tarde a su propia fiesta...

—Ya ya Sanhie lo lamento, estaba un poco ocupado—dijo con vergüenza.

—Claro.... Ocupado con..

—¡Dongmin!—uno de los chicos que reconocía como Joshua, compañero de clases, grito al verlo, emocionando a los demás, pues habían estado esperando por el pacientemente.

La gran sorpresa fue ver a Irene entre sus compañeros, para nadie era un secreto que Irene era muy grosera con el, además de dejar muy claro que no era de su devoción, simplemente no eran amigos, entonces el rubio no entendía que hacia ahí.

Sin embargo no le prestó atención y solo se dedicó a disfrutar de lo que quedaba de su cumpleaños.

La música era enérgica y causaba euforia en los jóvenes, sus cuerpos se movían con el bajo de las canciones y no dejaban de degustar el alcohol que poco a poco fue incrementando.