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~¡Ah Dios!

Las horas pasaban sin cesar, mientras aquellos dos amantes se entregaban en cuerpo y alma por tercera vez en aquella madrugada.

Las despedidas siempre eran algo dolorosas, algo que las personas odiaban y evitaban a toda costa.

Para Dongmin y Bin aquella despedida se sentía demasiado abrumadora, sobre todo porque el futuro de lo que tenían era incierto en cierto punto.

No aclararon que tenían.

Nunca se dijeron sus sentimientos.

Es como si todo lo que han tenido durante casi cuatro meses se volviera absolutamente nada.

El menor saltaba sobre el otro, montandolo de manera brusca y ruidosa.

Sus gemidos eran descontrolados, las manos del mayor en la cintura del rubio lo apretaban con tanta fuerza que seguramente dejaría una marca bastante grande.

Sus ojos se encontraron mientras el rubio saltaba, la mano de Bin se deslizó desde la cintura hasta la nuca del rubio para acercarlo a sus labios y besarlo de manera lenta.

Porque cada vez que ellos se besaban todo lo malo parecía desaparecer por un instante, se olvidaban de todo a su alrededor.

Hasta el hecho de que no estuvieran usando ningún método anticonceptivo.

Cuando el beso paro, ambos juntaron sus frentes y jadeantes se dijeron un "Te quiero".

Eso era suficiente para ambos por ahora, el orgasmo los azotó no con tanta fuerza, estaban seguros de que quedarían vacíos si continuaban una vez más.

Dongmin respiraba agitado y con una sonrisa se abrazo al cuerpo del azabache con fuerza, como si no quisiera soltarlo nunca.

Le faltaba valentía para decirle lo que su corazon le gritaba, para querer correr con el a su lado y acompañarlo en toda esa gira, sin embargo eso no sería bueno para Bin, el ya se había metido en demasiados problemas por su culpa.

—Por favor...consideralo bebé

El rubio suspiro aún abrazado al cuerpo del mayor y negó.

—Estaré bien en mi departamento, quizás no es tu lujosa casa, pero está bien para mí.

—Sabes que no se trata de eso Dongmin... Solo quiero que estés bien, seguro y que nadie ni nada pueda molestarte—el mayor hacia un berrinche con puchero y ojos brillantes, aún que era una escena divertida y tierna, Dongmin se sentía bastante nostalgico.

—Ya... Podremos hablar siempre que puedas Binnie...

—Mi tiempo será demasiado limitado ¡Tu lo sabes!

—Entonces cuando tengas tiempo para mí, voy a responder tus mensajes.

—¿Siempre?

—Siempre.

—¿Y me mandaras besitos?

El rubio rio con fuerza acariciando las mejillas del mayor.

—Suenas como un adolescente enamorado.

Entonces el hecho de que Dongmin le dijera aquello a Bin, nisiquiera le molestó, anteriormente hubiera aclarado que no estaba enamorado sin embargo eso el nisiquiera lo sabía, era confuso, pero su corazón se sentía bien y cálido cuando estaba cerca del rubio, como si fuera una parte importante de su vitalidad

—Ya señor Moon, vamos a darnos un baño, necesitas descansar unas horas para tomar tu vuelo, el aeropuerto estará colapsado ¿No quieres llegar somnoliento o si?

Car's outside (+18) | BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora