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Al llegar la mañana, ambos estaban abrazados, con solo ropa interior y cubiertos por una gruesa manta.

Bin descubrió en Dongmin una fragilidad que no sabía que el menor tenia, esas ganas de querer protegerlo,de abrazarlo y quitar cada piedra de su camino eran cada vez más fuertes.

El tenerlo en sus brazos repartiendole un poco de su calor corporal, era una sensación agradable y hogareña.

Como si fueran una pareja.

Sin embargo ellos tenian claro que no lo eran, pero ¿Que eran exactamente?

La pregunta se repetía en sus mentes una y otra vez.

Mientras Bin miraba los pequeños rayos del sol apenas filtrarse por las persianas de su habitación, Dongmin no dejaba de sentirse culpable.

Una lágrima silenciosa bajo por su mejilla para caer en el brazo fuerte y tatuado que reposaba bajo la cabeza del rubio, entonces Bin supo que Dongmin estaba despierto y que para su mal augurio estaba llorando.

La mano que reposaba en la cintura contorneada del menor, lo giro con fuerza dejando su cara enterrada en el pecho fuerte del azabache.

—¿Que sucede?— la voz del mayor era ronca, pero al mismo tiempo llena de dulzura y compasión por el rubio entre sus brazos.

—No debiste ir, no debiste arriesgarte por mi—apenas fue un susurró roto, pero muy audible para el mayor.

El suspiro cerrando sus ojos y luego acarició las hebras doradas del menor.

—No pasa nada bonito, de ser así la empresa ya estaría como loca llamando ¿No has escuchado el teléfono o si?

El menor negó sorbiendo su nariz.

Entonces Bin bajo su mano desde el cabello de Dongmin a su cara levemente sonrojada y levantó su menton para mirar esos ojos mieles que tanto le cautivaban.

—Buenos días bebé—dejo un besos en sus labios, sonriendo ante la tierna mirada brillosa por las lágrimas y sus mejillas abultadas.

No era la primera vez que dormian juntos, sin embargo era la primera vez que podían darse los buenos días cara a cara, después de todo Bin siempre se iba antes de que Dongmin despertara.

Bin envolvió el cuerpo semi desnudo del menor en la gruesa manta para levantarse y ponerse solo un pantalón deportivo bajo la mirada del rubio

— ¿Panqueques o huevos con tocino?

Los ojos del menor se abrieron con sorpresa, estaba en la casa de Bin lo menos que podía hacer para agradecer lo que hizo por el, era hacerle un desayuno.

Así que rápidamente se sentó en la cama buscando su ropa con la mirada

— Yo haré el desayuno, es lo menos que puedo hacer por ti..

El mayor suspiro y con una sonrisa le dijo:

—Dongmin estuviste vomitando toda la noche, te sentías mareado y tú cabeza dolía, te di pastillas en la madrugada para tu malestar,debes descansar y recuperar las energías, así que déjame hacer esto por ti ¿Si?

¿Vomitar? Nisiquiera recordaba como llego a la casa de Bin, entonces empezó a sentirse avergonzado y cohibido.

El mayor al ver el sonrojo en el rubio empezó a reír.

Dongmin era todo una ternura para el.

Aún y cuando su teléfono empezó a sonar, el simplemente lo apagó y salió de la habitación para prepararle un buen desayuno.

Car's outside (+18) | BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora