pasado de claire

9 0 0
                                    

**Una niña hambrienta vagaba por las calles. Se acurrucó en la esquina de un callejón, esperando a que alguien se acercara para asaltarlo y quitarle sus bienes. Tras unos minutos, olió algo agradable y vio a un joven distraído acercándose con un par de bolsas. Ella no lo dudó y lo atacó con un vidrio. El muchacho recibió un corte en el antebrazo y retrocedió. La niña quiso volver a atacar, pero el chico la detuvo.**

**—Espera, ¿tienes hambre? ¿Esto es lo que quieres?**

**Sacó de la bolsa la comida que traía y la ofreció sin oponer resistencia. La niña se la arrebató de las manos y se fue corriendo. Al día siguiente, nuevamente la niña se preparó para su siguiente atraco. Pero entonces, lo que vio fue al mismo muchacho.**

**—¿Vas a atacarme de nuevo, pequeña ladrona? —Él sonrió y dejó una bolsa con comida.**

**La niña se apresuró y tomó la bolsa para ver su interior e inmediatamente empezó a devorar. Al día siguiente, el muchacho apareció por tercera vez. Incluso había llegado antes que ella. Puso nuevamente una bolsa con comida. La niña se dispuso a disfrutar de su festín. Mientras comía, el chico acercó lentamente su mano hacia su cabeza. Pero la niña apuntó su vidrio mientras seguía comiendo. El chico solo dio una sonrisa apenada.**

**Pasó otro día y esta vez el chico trajo mucha más comida, tanta que la niña tuvo que sostenerla con ambas manos para que no se cayera. Nuevamente intentó acariciar la cabeza de la niña, pero esta mostró sus dientes, casi dándole una mordida. Al día siguiente, el chico trajo dulces y más comida. Dejó que se saciara y ella empezó a relajarse mientras comía. Nuevamente, él se acercó para tratar de acariciar su cabeza, pero ella apartó su mano rápidamente con un pequeño golpe a su palma. Así, su rutina continuó por varios días.**

**Sin embargo, un día, él no llegó. Ya era hora de la cena y él no había llegado. Sintiéndose irritada por su tardanza, ella misma fue a buscarlo. A mitad del camino, oyó un escándalo en uno de los callejones. Cuando echó una mirada, vio al mismo joven tendido en el suelo. A su alrededor estaban varios sujetos que lo pateaban y se burlaban de él. Ella no lo pensó y fue a atacarlos. Ellos huyeron tras recibir múltiples cortes.**

**Cuando se acercó hacia el muchacho, este no parecía moverse. Ella se acercó tímidamente y agitó su cuerpo para hacerlo reaccionar. De pronto, sintió algo suave y gentil sobre su cabeza. El chico sonreía mientras acariciaba su cabeza. Lágrimas se derramaron por sus ojos. Después, las caricias se detuvieron y la mano del chico cayó al suelo. La niña tomó rápidamente su mano y la puso sobre su cabeza. Pero la mano volvió a caer al suelo. Entonces, las lágrimas se intensificaron mientras ella sostenía la mano del chico y la ponía en sus mejillas, llorando.**

**Y ese fue el último día que volvió a ver al muchacho.**

**Fin.

filtracionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora