Harry despertó el último día de vacaciones pensando en que vería a Ron y a Hermione al día siguiente, en el expreso de Hogwarts; igual a Sky necesitaba preguntarle porque ya no le contesto sus cartas o le envió una desde el día del incidente, no sabía nada de ella y la extrañaba.
Se levantó, se vistió, fue a contemplar por última vez la Saeta de Fuego, cuando alguien gritó su nombre. Se volvió.
—¡Harry! ¡HARRY!
Allí estaban los dos, sentados en la terraza de la heladería Florean Fortescue.
—¡Por fin! —dijo Ron sonriendo a Harry— Hemos estado en el Caldero Chorreante, pero nos dijeron que habías salido, y luego hemos ido a Flourish y Blotts, y al establecimiento de la señora Malkin, y…
—Compré la semana pasada todo el material escolar. ¿Y cómo se enteraron de que me alojo en el Caldero Chorreante?
—Sky —contestó Ron— y mi padre.
Harry se había olvidado por un momento que le había escrito a Sky sobre lo que pasó, y luego se dio cuenta que no estaba con ellos, que raro, primero las cartas y luego esto…
—¿Y Sky? —preguntó Harry curioso.
—¡Ah! Ha tenido un problema familiar, y por eso no pudo contestar sus cartas —dijo mientras nos volteaba a ver a los dos— pero me dijo que seguro nos veía mañana, ya la quiero ver, le traje un obsequio de Egipto, bueno creo que todos…
A Harry al principio eso le enojó, ¿Por qué no le dijo nada a él? Siempre se le olvidaba que ellos tenían más complicidad, eran mucho más unidos…
—¿Es verdad que inflaste a tu tía, Harry? —preguntó Hermione muy seria, interrumpiendo a Ron.
—Fue sin querer —respondió Harry, mientras Ron se partía de risa— Perdí el control.
—No tiene ninguna gracia, Ron —dijo Hermione con severidad— Verdaderamente, me sorprende que no te hayan expulsado.
—A mí también —admitió Harry— No sólo expulsado: lo que más temía era ser arrestado —Miró a Ron— ¿No sabrá tu padre por qué me ha perdonado Fudge el castigo?
—Probablemente, porque eres tú. ¿No puede ser ése el motivo? —Encogió los hombros, sin dejar de reírse— El famoso Harry Potter. No me gustaría enterarme de lo que me haría a mí el Ministerio si se me ocurriera inflar a mi tía. Pero primero me tendrían que desenterrar, porque mi madre me habría matado. De cualquier manera, tú mismo le puedes preguntar a mi padre esta tarde. ¡Esta noche nos alojamos también en el Caldero Chorreante! Mañana podrás venir con nosotros a King’s Cross. ¡Ah, y Hermione también se aloja allí!
—Mis padres me han traído esta mañana, con todas mis cosas del colegio.
—¡Estupendo! Bueno… solo falta Sky —dijo Harry— ¿Han comprado ya todos los libros y el material para el próximo curso?
—Mira esto —dijo Ron sacando de una mochila una caja delgada y alargada— una varita mágica nueva. Treinta y cinco centímetros, madera de sauce, con un pelo de cola de unicornio, gracias a Sky. Y tenemos todos los libros.
—¿Y qué es todo eso, Hermione? —preguntó Harry, señalando no una sino tres mochilas repletas.
—Bueno, me he matriculado en más asignaturas que tú, ¿no te acuerdas? —dijo Hermione— Son mis libros de Aritmancia, Cuidado de Criaturas Mágicas, Adivinación, Runas Antiguas, Estudios Muggles…
—¿Para qué quieres hacer Estudios Muggles? —preguntó Ron poniendo los ojos en blanco— ¡Tú eres de sangre muggle! ¡Tus padres son muggles! ¡Ya lo sabes todo sobre los muggles!
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Sky Swift y El Prisionero De Azkaban
FanfictionEl tercer año llegará, muchos cambios, verdades que saldrán a la luz, sentimientos pero tal vez... una amistad se rompa... o ¿no? La historia de Harry Potter le pertenece a J.K Rowling, sólo Sky y algunas partes me pertenecen.