La mañana del sábado de la excursión, se despidió de Ron, Hermione, y Sky, quien sí iría esta vez, después de que Harry la convenciera; luego subió solo la escalera de mármol que conducía a la torre de Gryffindor.
—¡Pss, Harry!
Se dio la vuelta a mitad del corredor del tercer piso y vio a Fred y a George que lo miraban desde detrás de la estatua de una bruja tuerta y jorobada.
—¿Qué hacen? —preguntó Harry con curiosidad— ¿Cómo es que no están camino a Hogsmeade?
—Hemos venido a darte un poco de alegría antes de irnos —le dijo Fred— Entra aquí…
Le señaló con la cabeza un aula vacía que estaba a la izquierda de la estatua de la bruja. George cerró la puerta sigilosamente y se volvió, mirando a Harry con una amplia sonrisa.
—Un regalo navideño por adelantado, Harry —dijo.
Fred sacó un pergamino grande, cuadrado, muy desgastado. No tenía nada escrito.
—¿Qué es?
—Esto, Harry, es el secreto de nuestro éxito —dijo George.
—Nos cuesta desprendernos de él —dijo Fred— Pero anoche llegamos a la conclusión de que tú lo necesitas más que nosotros.
—De todas formas, nos lo sabemos de memoria. Tuyo es. A nosotros ya no nos hace falta.
—¿Y para qué necesito un pergamino viejo? —preguntó Harry.
—¡Un pergamino viejo! —exclamó Fred, cerrando los ojos y haciendo una mueca de dolor— Explícaselo, George.
—Bueno, Harry… cuando estábamos en primero… y éramos jóvenes, despreocupados e inocentes… —Harry se rió— Bueno, más inocentes de lo que somos ahora… tuvimos un pequeño problema con Filch.
—Tiramos una bomba fétida en el pasillo y se molestó.
—Así que nos llevó a su despacho y empezó a amenazarnos con el habitual…
—… castigo…
—… de descuartizamiento…
—… y fue inevitable que viéramos en uno de sus archivadores un cajón en que ponía «Confiscado y altamente peligroso».
—No me digan… —dijo Harry sonriendo.
—Bueno, ¿qué habrías hecho tú? —preguntó Fred— George se encargó de distraerlo lanzando otra bomba fétida, yo abrí a toda prisa el cajón y cogí… esto.
—No fue tan malo como parece —dijo George— Creemos que Filch no sabía utilizarlo. Probablemente sospechaba lo que era, porque si no, no lo habría confiscado.
—¿Y saben utilizarlo?
—Sí —dijo Fred, sonriendo con complicidad— Esta pequeña maravilla nos ha enseñado más que todos los profesores del colegio.
—Me están tomando el pelo —dijo Harry, mirando el pergamino.
—Ah, ¿sí? ¿Te estamos tomando el pelo —dijo George.
Sacó la varita, tocó con ella el pergamino y pronunció:
—Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.
Empezaron a aparecer palabras en la parte superior.
“Los señores Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta proveedores de artículos para magos traviesos están orgullosos de presentar EL MAPA DEL MERODEADOR”.
Era un mapa que mostraba cada detalle del castillo de Hogwarts y de sus terrenos. Pero lo más extraordinario eran las pequeñas motas de tinta que se movían por él, cada una etiquetada con un nombre escrito con letra diminuta.
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Sky Swift y El Prisionero De Azkaban
FanfictionEl tercer año llegará, muchos cambios, verdades que saldrán a la luz, sentimientos pero tal vez... una amistad se rompa... o ¿no? La historia de Harry Potter le pertenece a J.K Rowling, sólo Sky y algunas partes me pertenecen.