CAPÍTULO 30. LA PREDICCIÓN.

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Era la semana de exámenes, a Sky y Hermione les había ido bastante bien, Sky ya había terminado sus exámenes, Hermione le faltaba Estudios Muggles, y a Ron y Harry soló les faltaba uno: Adivinación.

—Nos va a examinar por separado —les informó Neville, cuando se sentaron a su lado— ¿Alguno ha visto algo alguna vez en la bola de cristal?

—Nanay —dijo Ron.

Pasó un rato, en el que iban pasando varios, hasta que escucharon una voz.

—Ronald Weasley —anunció desde arriba la voz.

Ron hizo un guiño a Harry y subió por la escalera de plata. Harry era el único que quedaba por examinarse. Por fin, después de unos veinte minutos, los pies grandes de Ron volvieron a aparecer en la escalera.

—¿Qué tal? —le preguntó Harry, levantándose del suelo.

—Una porquería —dijo Ron— No conseguía ver nada, así que me inventé algunas cosas. Pero no creo que la haya convencido…

—Nos veremos en la sala común —musitó Harry cuando la voz de la profesora Trelawney anunció:

—¡Harry Potter!

En la sala de la torre hacía más calor que nunca, la profesora Trelawney lo aguardaba sentada ante una bola grande de cristal.

—Buenos días, Harry —dijo suavemente— Si tuvieras la amabilidad de mirar la bola… Tómate tu tiempo, y luego dime lo que ves dentro de ella…

Harry se inclinó sobre la bola de cristal y miró concentrándose con todas sus fuerzas, buscando algo más que la niebla blanca que se arremolinaba dentro, pero sin encontrarlo.

—¿Y bien? —le preguntó la profesora Trelawney con delicadeza— ¿Qué ves?

—Eeh…n—dijo Harry— Una forma oscura…

—¿A qué se parece? —susurró la profesora Trelawney— Piensa…

La mente de Harry echó a volar y aterrizó en Buckbeak.

—Un hipogrifo —dijo con firmeza.

—¿De verdad? —susurró la profesora Trelawney— Muchacho, bien podrías estar contemplando la solución del problema de Hagrid con el Ministerio de Magia. Mira más detenidamente… El hipogrifo ¿tiene cabeza?

—Sí —dijo Harry con seguridad.

—¿Estás seguro? —insistió la profesora Trelawney— ¿Totalmente seguro, Harry? ¿No lo ves tal vez retorciéndose en el suelo y con la oscura imagen de un hombre con un hacha detrás?

—No —dijo Harry, comenzando a sentir náuseas.

—¿No hay sangre? ¿No está Hagrid llorando?

—¡No! —contestó Harry— Parece que está bien. Está volando…

—Bien, querido. Me parece que lo dejaremos aquí… Un poco decepcionante, pero estoy segura de que has hecho todo lo que has podido.

Aliviado, Harry se levantó, cogió la mochila y se dio la vuelta para salir. Pero entonces oyó detrás de él una voz potente y áspera:

—Sucederá esta noche.

Harry dio media vuelta. La profesora Trelawney estaba rígida en su sillón. Tenía la vista perdida y la boca abierta.

—¿Cómo dice? —preguntó Harry.

—El Señor Tenebroso está solo y sin amigos, abandonado por sus seguidores. Su vasallo ha estado encadenado doce años. Hoy, antes de la medianoche, el vasallo se liberará e irá a reunirse con su amo. El Señor Tenebroso se alzará de nuevo, con la ayuda de su vasallo, más grande y más terrible que nunca. Hoy… antes de la medianoche… el vasallo… irá… a reunirse… con su amo…

La profesora Trelawney emitió un gruñido. Luego, volvió a levantar la cabeza.

—Lo siento mucho, chico —añadió— El calor del día, ¿sabes…? ¿Pasa algo, Harry?

—Usted… acaba de decirme que… el Señor Tenebroso volverá a alzarse, que su vasallo va a regresar con él…

—¿El Señor Tenebroso? ¿El que no debe nombrarse? Querido muchacho, no se puede bromear con ese tema… Alzarse de nuevo, Dios mío…

—¡Pero usted acaba de decirlo! Usted ha dicho que el Señor Tenebroso…

—Creo que tú también te has quedado dormido —repuso la profesora Trelawney— Desde luego,nunca predeciría algo así.

Harry bajo la escalera de mano y la de caracol, haciéndose preguntas… ¿Acababa de oír a la profesora Trelawney haciendo una verdadera predicción?

Cuando llegó a la sala común, estaba casi desierta. En un rincón, sin embargo, estaban sentados Sky con la cabeza sobre el hombro de Ron y Hermione.

 En un rincón, sin embargo, estaban sentados Sky con la cabeza sobre el hombro de Ron y Hermione

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—La profesora Trelawney me acaba de decir… Pero se detuvo al fijarse en sus caras.

—Buckbeak ha perdido —dijo Sky con voz débil— Hagrid acaba de enviar esto.

“Apelación perdida. La ejecución será a la puesta del sol. No se puede hacer nada. No vengan. No quiero que lo vean. Hagrid”.

—Tenemos que ir —dijo Harry de inmediato— ¡No puede estar allí solo, esperando al verdugo!

—Pero es a la puesta del sol —dijo Ron— No nos dejarán salir, y menos a  ustedes dos.

—Si al menos tuviéramos la capa invisible…

—¿Dónde está? —dijo Hermione.

Harry explicó que la había dejado en el pasadizo, debajo de la estatua de la bruja tuerta.

—… Si Snape me vuelve a ver por allí, me veré en un serio aprieto —concluyó.

—Bueno este es el plan, yo iré por ella, y ustedes me esperaran en el pasillo. —dijo Sky.

Así quedó todo, irían por ella y luego a ver a Hagrid.

Sky Swift y El Prisionero De Azkaban Donde viven las historias. Descúbrelo ahora