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Dos equipos investigan la misma empresa, esto los llevará a cruzarse varias veces, descubriendo que tienen más en común de lo que a simple vista podría aparentar.
Diferentes personalidades, diferentes relaciones, diferentes lazos que los te...
Era de noche en nueva York, el momento perfecto para que cuatro hermanos recorrieran la ciudad haciendo la del vigilante nocturno, una de sus actividades favoritas en familia.
Ya no eran niños, más sin embargo ninguno dejaba el nido, pues claro, no eran palomas, eran tortugas, esto, sumado al hecho de que ahora, cerca del nido, habían nuevas criaturas que llegaron a sus vidas, lo último que ninguno querría seria alejarse.
Subían jugando y columpiándose entre ellos, como cuando eran niños. Ahora trepaban al famoso edificio Chrysler, uno de sus favoritos, uno de sus lugares especiales, en especial en una noche como esta.
Una vez estuvieron casi en la cima los cuatro se giraron, observando la hermosa, iluminada, abarrotada y ruidosa ciudad que había a sus pies. Para cuatro individuos que siempre estaban debajo, en este momento, aquí arriba, se sentían los reyes.
— ¿No aman esto chicos? —Pregunto Mikey embobado de la vista.
— Es maravilloso. —Añadió Donnie sonriendo.
— Muchos pueden andar allá —Dijo Rapha señalando las calles— ¿Pero cuantos pueden subir aquí siempre que quieran?
— No muchos pueden disfrutar de estas vistas, disfrútenla, hermanos... es nuestra. —Dijo Leo, sus hermanos asentían, felices.
— Nuestra vida no es sencilla... pero tiene sus momentos. —Dijo Rapha.
— Espero que jamás dejemos de hacer estas cosas, chicos. —Agregó Donnie.
— Imposible —Leo se deslizo un poco más adelante—, eso solo pasaría si dejáramos de ser hermanos, y eso es imposible. -Le sonrió a sus hermanos que estaban detrás, más arriba de él, los tres le sonrieron a su líder.
La hermandad, camarería y cariño era algo que jamás faltaría entre los hermanos. Mirando nuevamente al frente se dedicaron a disfrutar de las frescas ventiscas, el invierno más fuerte ya había pasado y ahora solo los golpeaba el frio nocturno característico de esta época. La ciudad a sus pies era hermosa, jamás iban a cansarse de mirarla.
En medio del ruido sordo y timbre sonó, miraron a Mikey, el saco su teléfono y lo prendió.
— Oh, es Isa, dice que no falta mucho para que terminen con su competición —Bajo el teléfono y miró a sus hermanos —, nos queda de camino la final, podríamos acercarnos y verlas ¿No? —Preguntó emocionado. Rapha y Donnie cruzaron miradas y ahora los tres observaron a Leo, este, entre serio y sorprendió se extrañó.
— Seguro chicos, no me parece mala idea —Los tres festejaron abiertamente, Leo puso cara de cansado —, tampoco soy tan aguafiestas. —Dijo bajo, ofendido.
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Ruth estaba sentada en aquella biblioteca bastante iluminada, usando auriculares se reclinaba sobre su equipo rodeada de libros, pauso el video que se reproducía en su laptop y lo retrocedió, volviendo unos segundos antes el archivo de video se volvía inestable pues el camarógrafo solo era una pequeña niña, la cinta tenia fecha del 30 del 3 de 1999.
