Capítulo 63: Adiós, clan del pie.

184 22 15
                                    

¡Nigeru! — (¡Huye!) Indicó el asiático, que había salido detrás de su compañero, y cerrado las puertas, poniendo su cuerpo como protección, su compañero lo miró un segundo, detrás de él se encontraba el enorme edificio del que habían escapado, encima de la puerta doble una ventana de vidrio, el asiático vestido de negro asintió y se giró, comenzando su huida por los callejones de Tokio, antes de doblas observó a su compañero, en el momento exacto en que la puerta era abierta de par en par y el pobre hombre era lanzado por el suelo.

No se detuvo, debía huir.

Su compañero lo entendía, adolorido luego de que su cara tocara el suelo se giró, encontrándose con la inmensa presencia que salía del edificio, llevaba una capucha y ropas negras, de la cintura para abajo prendas ninjas, sus brazos descubiertos eran, ahora más visibles gracias a las luces nocturnas, verdes y escamosos, además de descomunalmente gigantes.

Titubeó hasta armarse de valor, meter la mano en su saco y sacar un arma que la criatura le quitó sin problema, sujetándolo de la muñeca.

— Voy por el otro. —Era una voz tapada, pero femenina, la mujer se dejó ver detrás de la criatura, de tamaño menor, pero ojos peligrosos, cabello atado en una coleta alta, ropas negras y una máscara le cubría la cara del mentón hacia abajo.

La mujer avanzó por los callejones, tranquila, trató de alcanzarla pero la enorme criatura le dio un golpe contundente que lo derribó, volviendo todo negro a su alrededor.

Se despertó cuando una enorme cantidad de agua se estrelló en su cara, y mientras enfocaba la vista se daba cuenta que estaba nuevamente dentro del edificio, y no estaba solo, a sus lados y detrás estaban todos sus compañeros, todos en su laborato...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Se despertó cuando una enorme cantidad de agua se estrelló en su cara, y mientras enfocaba la vista se daba cuenta que estaba nuevamente dentro del edificio, y no estaba solo, a sus lados y detrás estaban todos sus compañeros, todos en su laboratorio donde fabricaban drogas ilícitas. Todos en el suelo, atados.

Delante de él se colocó una silla y encima de esta se sentó aquella mujer de ojos negros, enfureció al verla.

— Jamás había atado tantos nudos. —Se quejó ella mientras tronaba sus dedos y se cruzaba de brazos.

Bitchi, watashi ni nanika shitara, nigeta otoko ga engun o tsurete modotte kite, anata o korosudeshou... — (perra, si me haces algo, el hombre que escapó va a volver con refuerzos y va a matarte...). La castaña entrecerró los ojos y ladeó el rostro, asintiendo, chasqueó sus dedos y el hombre que había huido antes cayó en medio de ambos, la enorme criatura de negro lo lanzó, luego caminó hasta estar detrás de la mujer, cruzando sus enormes brazos.

Kono otoko no koto o sashimasu ka? — (¿Te refieres a este hombre?) Lo señaló con el índice, el hombre estaba desmayado, con el cuello de la camisa rasgado y un enorme moratón en la cien— Kare ga engun o tsurete kuru koto ga dekiru to wa omoenai. — (No lo veo muy capaz de traer a ningún refuerzo) El hombre apresado suspiró, rendido, estos atacantes eran superiores, la mujer era rápida, hábil, escurridiza, y la criatura de detrás era simplemente inhumana, aterradora, imponente y demasiado fuerte, además de inmune a las balas.

Adaptation time | TMNT 2014/2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora