Capítulo 49: Entrenamiento feliz.

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— ¿Signos vitales? —Preguntó Christopher a la asiática que lo seguía, ambos con batas largas y blancas.

— Estables desde hace dos horas, señor. —Le señaló la mujer, caminando de prisa para no quedar muy atrás, doblaron en el pasillo a la izquierda, llegando a un pabellón lleno de celdas, la mayoría vacías, esta tanda de experimentos no estaba sobreviviendo, no solo porque no resistían físicamente, si no que perdían el control y se mataban entre ellos.

Christopher llegó a la celda deseada y suspiró al ver la criatura en su interior. Las luces estaban apagadas y el individuo se encontraba en el fondo, desnudo, con las manos atadas en dos cadenas y derrumbada contra el muro, medio de lado, no podía caer del todo por las cadenas. No se movía en lo absoluto.

— ¿No dijeron que estaba despierta? —Preguntó con esa frialdad que lo caracterizaba, la mujer pasó saliva.

— Lo está, señor. —Christopher negó molesto antes de abrir la celda y entrar. El lugar estaba lleno de manchas y zarpazos, y no olía muy bien.

Debajo de su fría mirada se ocultaba el asco y la decepción que esto le producía, parecía un calabozo, no la celda de un experimento valuado en dos billones de dólares.

Frenó su andar cuando sus dos pies estuvieron delante de la niña de tan solo diez años, tomo aire antes de bajar la mano derecha y tomarla del mentón. Los mechones castaños y enredados cayeron hacia atrás y pudo ver su rostro pecoso en la obscuridad, podía ver que sus ojos negros estaban abiertos, cansados y abiertos.

— Me decepcionas, 0090 —La pequeña no dijo nada, solo arrugó sus cejas—, perdiste el control, mataste a tu compañero de celda.

Ella no se inmutó, sabía que el perdón no salvaría aunque mágicamente Christopher se lo diera.

— Quizá deberíamos darles celdas individuales a... —La asiática cerro la boca cuando Christopher le dedico una rápida mirada.

El hombre volvió a mirar a la niña.

— Prepárenla, vamos a modificar algunas cosas, consigan muestras de sangre de 0091, él si es un buen ejemplar.

— Yo puedo- —Se atrevió a hablar la pequeña asustada, Christopher se agacho delante de ella y la miró.

— Tú no puedes nada —Suspiró—, tu parte animal y tu parte humana no se conectan y te transformas esporádicamente a pesar de las inyecciones de camuflaje, lamentablemente para ti, me pidieron un ser pensante, no un animal destructivo e incontrolable... —hizo una pausa, ella se sentía diminuta bajo su intensa y gélida mirada, porque si lo era—, si no puedes razonar, pensar, analizar y actuar sin transformarte no me sirves, así que modificamos cosas y arreglamos eso o te desecho.

Ella sabía que no jugaba, podía verlo claramente en sus ojos, bajó la cabeza obediente. Christopher se levantó y salió caminando firme con ambas manos detrás de su espalda y su postura recta y orgullosa.

— ¿Usará el patrón de 0091 para mejorarla, señor? —Preguntó la asiática mientras revisaba los papeles en su mano.

— Así es, sáquenle muestras de todo, voy a copiar su patrón genético e implementarlo en ella, cual Dios creando a Eva de la costilla de Adán. — llegaron a un ascensor y el entró solo, girándose a ver a la mujer que quedó en el pasillo, con sus cejas arrugadas.

— Pero usted no es Dios, señor. —Las puertas comenzaron a cerrarse.

— Veremos. —Fue lo último que respondió.

Adaptation time | TMNT 2014/2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora