Capitulo 82: La gala II

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Mondo Observaba el número del ascensor descendiendo, en silencio, hasta que llegó al lugar deseado. Cuando la puerta se abrió salió al pasillo metálico, camino a la derecha y observo a Ismael, el guardia del pabellón G haciendo su guarda, ambos se miraron.

— Abre la celda 01 —Le indico el moreno y el rubio arqueó una ceja, suspirando, camino hasta el panel de control en una especie de atril y esperó hasta que Mondo este delante de la celda para desbloquearla.

— Que la pases bien. —Dijo burlón el guardia.

Cuando la celda se abrió la joven al fondo de la celda que hacia flexiones elevo la vista y sus ojos azules brillaron en la obscuridad, fijos en el moreno que ingresaba y cerraba la celda detrás de sí. La adolescente sonrió ladina mientras se levantaba, sudada por completo, la blusa suelta se metía en su calza, sus senos se lucían dentro de la holgada tela, con su cabello negro mal atado, su belleza no disminuía.

A tan corta edad, Ruth ya era la personificación el cuerpo de un demonio con la cara de un ángel.

— Mi-le-to~ —Dijo juguetona, ladeando el rostro y caminando hacia el moreno alto que se detuvo en el centro de la celda—, que bueno verte de nuevo.

— Prefiero Mondo. —Ruth soltó una risa, comenzando a caminar a su alrededor, como un depredador acechando a su presa.

— ¿Cómo Mondo es mejor que Mileto? —Pregunto con burla. El moreno la seguía con la mirada hasta que la perdió de vista detrás de él.

— Es más personal, y lo elegí yo.

— Ho que tierno, tienes daddys issues y no quieres usar el nombre que papi te dio. —Se burló apareciendo por su derecha, mirándolo de reojo, Mondo pasó saliva.

— ¿No los tenemos todos en esta base? —Pregunto con una sonrisa apagada, Ruth se detuvo, volteando hacia él, quedando frente a frente.

— Supongo que si... —Su azul se encontraba con el ámbar del mutante, la mujer entrecerró los ojos, confundida, no lograba descifrar la mirada del hombre.

— ¿Cuántos años tienes? —Preguntó mirándola por completo.

— ¿Para ti? Los suficientes —Respondió tranquila, aunque en su mirada abundaba el fuego— ¿Conseguiste lo que te pedí? ¿Por eso vienes? —Mondo asintió en silencio, rebusco detrás de él y saco un libro que le tendió a la pelinegra, a quien le brillaron más los ojos, se adelantó emocionada y prácticamente le arrebató el libro, Mondo quito sus manos enseguida, sabiendo el peligro que la mujer representaba —. No puedo creer que de verdad lo consiguieras.

— No fue fácil, eso es seguro. —Dijo el ladeando el rostro, mirando a la más joven observar su nueva adquisición emocionada. Ella lo miró, echándole una ojeada de arriba a abajo, finalmente sonrió más calmada y camino hasta una diminuta mesa donde dejó el libro, a un lado de otros que tenía, volviendo su vista hacia el moreno.

— Bueno, imagino ahora querrás tu recompensa... —La mujer camino hacia él, sus dedos abandonaron el libro casi con una caricia que él moreno no pudo obviar, algo que le seco la garganta. La pelinegra caminó hasta él, apoyando su mano con cuidado en el pecho del joven, trazo un camino con sus dedos sintiendo la dureza de su cuerpo trabajado—, eres un chico grande y fuerte ¿No? —Elevo sus ojos a los de él, conectando su mirada con el joven agitado—, me gustan de esos —Admitió sonriéndole ladina—, dime, Mondo... ¿Qué puedo hacer por ti a cambio?

Los ojos ámbar del joven conectaban con los de ella, pero su brillo se sentía completamente opacado por la mujer, a pesar de él ser más grande, en edad, en altura, ser un guardia y estar armado, justo ahora, se sentía completamente indefenso. Su corazón se aceleraba al verla, tan pequeña, su aura era de otro mundo.

Adaptation time | TMNT 2014/2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora