Adaptation time | TMNT 2014/2016

Capítulo 65: De regreso al ARG-DC.

— ¡Quítate! —La chica, enorme, que había caído sobre la pequeña Isabel, se levantó, dejándole un fuerte codazo en el estómago al hacerlo, Isabel se retorcía en el piso de dolor, la colorada la miró con desprecio, volviendo a enfrentar a su contrincante, queriendo asestarle un golpe a la joven Ruth, de solo diez años.

La ojiazul miró a Isa en el suelo, no había hablado mucho con la niña pero estaba feo verla así, el compañero que luchaba contra Isabel, aprovechó y le pateó la cabeza.

— ¡No deberías distraerte! —Betsabé, que le sacaba dos cabezas y tenía una masa muscular más generosa, le lanzó una patada horizontal a Ruth, la pelinegra la detuvo con una mano agarrándole la pierna por debajo de la rodilla, su otra mano viajó al pecho de Betsabé, y la levantó, lanzándola al lado opuesto del cuarto de entrenamiento.

Volvió la vista Isabel, ahora otro niño se había unido y ambos la pateaban en el suelo, la morena solo se hacía bolita, abrazándose a si misma.

— ¡Rarita, vuelve a la nada! ¡No eres de aquí! ¡Muere! —Eran varios de los insultos que le dedicaban. Ruth arrugó las cejas.

Uno de los niños comenzaba a reír mientras pateaba a Isabel, hasta que Ruth le tomó el cuello, así como al otro niño, y les hizo chocar sus cabezas. Luego los empujó hacia adelante, ambos se deslizaron por el suelo, incluso chocando con otros compañeros. Se levantaron molestos, queriendo atacar otra vez.

Isa sentía su cuerpo doler de pies a cabeza, los niños mutantes no eran especialmente débiles, su pecho dolía pero entonces se dio cuenta que ya no la golpeaban. Aflojó su abrazo, elevando el rostro, desde el suelo observó a su lado a Ruth, que se paraba firme entre ella y los niños que se aglomeraban queriendo agredirla.

Los pequeños dudaron cuando Ruth cerró sus puños con ira. Ser de las más pequeñas no le impedía ser muy fuerte.

— ¿Por qué la defiendes? ¿Eres tonta? No es de los nuestros. —Ruth lo miró aburrida.

— Huy, si hay paliza, yo me apunto. —Jo se dejó ver por un lado, poniéndose del lado de los niños, sonriéndole a Ruth con malicia, ambas levantaron los puños, preparadas para enfrentarse la una a la otra. Los niños volvieron a cruzar miradas entre sí, todos juntos podrían con Ruth, estaban seguros.

— ¿Enserio, Jocabed? —Eva, más grande que todos los presentes, llegó y se colocó a un lado de Ruth, con su cabello atado y ropas iguales a la de los demás, musculosa blanca y pantalón gris holgado, se cruzó de brazos, su masa muscular y altura era mayor, gracias a la diferencia de edad, a su lado llegaron el joven Adán y dos chicos más.

— Son los mayores... —Murmuró uno, Jo bajó los brazos, detrás de Eva se asomaba la pequeña y delgada Miriam, Jo rodó los ojos y negó.

— Pff... aburridos. —Se quejó, marchándose en paz, y dejando a los niños solos, que miraron a los más grandes. Adán reía divertido por sus caras de miedo.

— Caminen enanos, les voy a enseñar lo que es un abusón de verdad. —Tomó a dos, abrazándolos por los hombros, los otros chicos hicieron lo mismo con los demás, riendo, y caminando, comenzaban a llevarlos a otro lado. Eva negó cansada.

— Van a apalizarlos. —Dijo Miriam, sería o aburrida, como siempre, Eva la miró, luego observo a Isa en el suelo, se acercó a ella, colocando una rodilla en el suelo le tendió la mano.

— Ven linda, arriba. —Le ofreció amable. Isa dudó, la más grande la intimidaba un poco, pero finalmente tomó su mano y se puso de pie.

— Gra... gracias por la ayuda.