Capítulo 88: Hay que tener... Coti.

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<<La joven pelirroja termino de preparar el desayuno, huevos revueltos y una generosa montaña de carne cocida. Coloco todo en dos bandejas y luego las acomodó en el centro de la mesa.

— ¡El desayuno! —Aviso mientras preparaba los platos y los acomodaba en la mesa enorme y de madera refinada con un cristal encima, preparaba todo con sumo cariño, cubiertos bien acomodados, manteles, servilletas adornadas y un florero en medio de la mesa. Pasaban los minutos y nadie aparecía por lo que paso unos momentos observando a través de la enorme ventana dorada, al otro lado se veía el resto de la mansión de Dominik y su patio lleno de decoraciones soberbias y arbustos frondosos.

— Buenas —Al voltear se encontró con Eva, que bajaba despeinada y con una blusa corta de tiras, un short muy corto de dormir y un saco de lana abierto por encima—, puto frio hace en este país. —Camino hasta la mesa y se sentó en uno de los lugares que Isabel preparo, sus ojeras eran grandes, sus ojos adormilados y su mejilla tenia restos de sabana, atajo un eructo que se transformó en resoplido mientras observaba el desayuno, pero antes de poder servirse nada un enorme vaso con un mejunje asqueroso dentro fue puesto delante de ella.

— Para tu resaca. —Le aviso la cobriza y Eva sonrió pesado forzándose a agarrar el vaso y beber— ¿Y Ruru y Miri?

— No lo sé... no volvieron conmigo.

— Pero te escuché llegar con alguien —Dijo confundida Isabel, Eva abrió los ojos enormes y desvió la mirada, dándole un trago al mejunje oloroso que Isabel le preparo mientras se hundía en su asiento. Isa iba a volver a preguntar cuando escuchó ruido y pasos provenientes del pasillo, de donde poco después salió un joven castaño de ojos azules alto y fornido, con un pantalón de vestir, camisa medio abierta y un saco colgando del hombro —, oh...

— Buenos días. —Saludo el joven con un acento marcado, Eva solo se hundió más en la silla. Cuando el joven se acercó a la mesa Isabel se levantó.

— Lo siento, no esperaba más gente, te prepararé un lugar-

— No hace falta —Hablo la castaña—, él ya se va. —Dijo finalmente y entonces miro al joven con una sonrisa falsa, el chico suspiro y asintió, entendiendo, se despidió con un ademan y camino hacia la salida.

— ¿Eso no fue cruel?

— No. —Dijo rápido. Cuando el joven iba a tomar la perilla de la puerta principal para salir, esta se abrió sola y Ruth y Miriam casi caen dentro del lugar, ambas con ropa de noche y abrazadas.

— ¡Hey! ¡Te conozco! —Se adelantó Ruth— ¡Anoche tú y Eva estaban-

— ¡NO HACE FALTA HABLAR DE ESO! —Grito la castaña desde la mesa asustando a Isabel— ¡Y ya cierren la puerta! —Ambas hermanas ingresaron riendo y el joven se marchó cerrando la puerta.

— Alguien no la paso muy bien anoche. —Bromeo Ruth sentándose en uno de los lugares, Eva la miró mal.

— Si, tú —Dijo Miriam sentándose a un lado de Ruth, Eva e Isa se mostraron confundidas por lo que la asiática comenzó a servirse comida mientras se explicaba—, alguien no beso ni pudo tener sexo con nadie anoche.

— ¡No es que no pude! Es que no... me dieron ganas. —Dijo hundiéndose en su asiento, Eva soltó a reír interrumpiendo el silencio.

— ¿Tu? ¿Sin ganas de tirar? —Se burló la castaña y volvió a reír alto—. Si como no.

— Considero que de verdad no tuvo ganas... —Dijo Miriam sin ánimos removiendo su desayuno, luego le sonrió a Eva con bastante malicia en sus ojos fríos—, debe ser porque esta enamora-

Adaptation time | TMNT 2014/2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora