Akim
Ella camina hacia mí de forma segura meneando sus caderas sutilmente, su mentón en alto acompañado de su mirada fría y letal, como siempre. El traje de dos piezas azul marino se amolda a su cuerpo, perfectamente. Sostiene un bolso ejecutivo en la mano izquierda. Vino vestida como si fuera una junta de negocios más. Agradezco llevar mi traje. No quiero parecer menos profesional que ella.
—Leyla ¿como estas? —Le doy un saludo cálido, hasta sueno un poco amigable. Estiro mi mano a ella pero la golpea apartándola. Me mira con desprecio y hasta ignora mi presencia, quedo ahí parado mirándola. Ella me rodea y toma asiento en una de las sillas de la terraza exterior. Deja su bolso sobre una de las sillas, mientras cruza una pierna sobre la otra, apoya sus codos sobre la mesa y entrelaza los dedos de las manos apoyando su barbilla, mirando directamente hacia a mi. Mierda, vino con su hacha de guerra afilada pero se me dan muy bien las guerras. Me siento frente a ella y hago la señal a la sirvienta para que sirva la cena.
—Espero te guste lo que cenaremos. —Su mirada es un metal ardiente que me atraviesa. Es un puto hielo, no responde.
Sirven la cena y ella no dice nada. Solo asiente a las preguntas de la sirvienta. La observo mientras come adecuadamente cada bocado limpiando sutilmente sus labios con la servilleta —Veo que la cena fue de tu agrado. —Toma su copa de vino y mira por encima. Sus ojos eran negros pero ¿porque parecieran que son plateados? Continúa con ese muro de hielo, no hay respuesta alguna.
Intento comer la cena pero mis ojos no se apartan de ella la forma en que sus labios rozan la copa de vino me hace salivar, como me gustaría morder esos labios otra vez. Todo lo contrario para Leyla, su actitud deja en claro que no existo para ella. Y ya me está molestando esta posición de niña taimada. Se atreve a ignorarme, Te lo mereces. Mierda, primero me echa de su casa, ahora me ignora. Pero lo que no sabe es que nadie puede ignorarme.
Terminamos de cenar. Ella, por lo menos, mi plato está casi intacto. Y el ambiente es peor que cuando tu equipo de fútbol va perdiendo. —¿Por qué viniste si ibas a estar con esa actitud? —mis palabras son secas. Se que no contestará pero quiero que sepa que me molesta toda esta situación.
—No me hice rica rechazando buenas oportunidades. —Contesta cortante. sin dejar de lanzarme esa mirada asesina.
—¿Soy una buena oportunidad? —le doy una sonrisa coqueta.
—¿Tú? No. El hecho de que sea la última vez que te vea. Si. —Se mueve a tomar su bolso de donde lo dejó, saca las cuatro cajas de las pulseras que envíe y las deja sobre la mesa. —Si ya termino la cena, me retiro. —Se levanta de su silla y da un paso intentando apartarse. Pero mi cuerpo reacciona rápidamente cortándole el paso mientras la sostengo de su brazo.
—¡¿A dónde crees que vas?!—Mi voz es un rugido directo de mi garganta.
—¡suéltame! —Grita.
—¿Y si no quiero?
—Pues toma. —Levanta su rodilla y la clava de un golpe seco directo a mis bolas, el dolor hace aflojar mi agarre y ella toma la oportunidad para correr lejos de mi. Con el dolor en mis bolas corro detrás de ella. La alcanzó y ambos caímos rodando por el césped, al detenernos la aprisiono debajo de mi sentándome sobre ella, sostengo sus manos agarradas fuertemente, cada una a un lado de su cabeza. Ella intenta zafarse, pero es inútil.
—¡Bruto!—Grita.
—¡Loca! —Gritó
—¡Bastardo!
—¡Bruja!
—¡Gánster de mierda!
—¡Reina del hielo!
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Fusión Peligrosa (+21)
RomanceLeyla Sandoval es la Reina del hielo en los negocios. Akim Vólkov es el Pakhan de la Bratva de Chicago. No tenían por que conocerse pero lo que el Pakhan quiere lo tiene... Sin importarle nada. Fusión es lo que se conoce cuando un elemento pasa de s...