Capítulo 39 No te amo

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Akim

Estoy arruinado, la noticia que la Bratva de Chicago ha caído se esparció como jugo derramado sobre la mesa, las mafias menores no dudaron en rebelarse y tomar mis puntos de distribución y ventas. Solo me quedan dos locales comerciales que no sirven para nada, le faltan meses de restauración al Infierno y el local de la rivera norte de Chicago aun no esta listo, nuestro último kilogramo de droga fue vendido ayer y por primera vez, mis almacenes están completamente vacíos. La peor mierda de todas es que mi dinero está oxidándose en el fondo del puto mar caribe.

—Ve esto —Orel arroja una carpeta sobre mi escritorio, la abro y veo la descripción del patrimonio completo de Leyla. Todas sus propiedades, empresas e inversiones.

—No me rebajaré pidiéndole dinero. —le lanzo de vuelta la carpeta

—Tampoco tendría como prestarte, invirtió una colosal suma en China hace poco más de un mes. Ve la segunda hoja. —me lanza devuelta la carpeta y veo nuevamente el contenido, la descripción del patrimonio de Luis Sandoval.

—¡No Orel! —gruño a dientes cerrados.

—¡Dijiste que harías todo por la Bratva! —alza la voz y muestra la estrella en su antebrazo —Esto no sería diferente a lo que hicimos con los Chinos y lo sabes —se acerca y apoya las manos en el escritorio buscando aprobación de mi parte.

—¡Dije que no! —gritó y golpeó la mesa y me levanto señalando la puerta. — ¡Fuera!

—Si quieres saber qué hace tu mujercita ve las últimas páginas —Sale de mi despacho y abro nuevamente la carpeta, hay fotografías de Leyla en los brazos del hijo de puta de su amigo.

Ella se apega a él y esconde su cabeza en su cuello, mientras él toca sus piernas desnudas. La ira me inunda como un volcán y lanzó la carpeta contra la muralla, doy vueltas mi escritorio lanzando todo a volar, si ella se atrevió a dejar que otro la toque, tendrá que atenerse a las consecuencias. Levanto mi vista y noto que Yerik me observa con los brazos cruzados apoyado en el marco de la puerta.

—¿Terminaste?

—¿Qué quieres Yerik? — entra y recoge las hojas del suelo y las observa durante unos segundos.

—¿El patrimonio Sandoval? —Su mirada acusante cae sobre mi.

—¡Habla de una vez! —Grito

—Los latinos y los búlgaros tomaron nuestros clientes en Miami y Chicago. ¿Qué hacemos?

—¡¿Qué hacemos?! no hay hombres , no hay dinero, no hay negocios, no hay nada ¡¿y vienes a preguntarme qué hacemos?! —grito furioso y él clava su mirada gris en mi.

—¡No te apoyaré si te decides por esto! —contesta enojado y lanza las hojas a mi pecho.

Sale de mi despacho y mi mente solo me escupe que nunca debí dejarla ir en Miami, nunca debí dejarla volar, desde que ella no está todo se derrumbó y estoy seguro de que si regresa a mi, todo mejorará. Al verla en esas imágenes, se que no entendió el mensaje que ella solo debe ser mía y que nadie más puede tocar su cuerpo. Y es hora de ir por mi mujer y nadie me detendrá.


Leyla

Llevamos horas comprando regalos y ropa para los niños de los trabajadores del rancho Sandoval, Sofia sabe sus edades y me ayuda escogiendo los outfits. También recojo el regalo de papá. Un reloj Rolex de oro exclusivo. Sofia me pide de regalo un par de converse rosadas, tiene de todos los colores y no se cansa de coleccionarlas.

Valery se une a escoger el vestido para el cumpleaños de papá, Sofía escoge un vestido color rosa claro, Valery se va por el celeste y yo escojo un verde esmeralda. Decidimos llevar el mismo modelo las tres. Sofía insistió en que seamos las chicas super poderosas del festejo. Aunque nuestros cuerpo sean diferentes, con las curvas voluptuosas de Valery predomina la sensualidad, en cambio el cuerpo de Sofía se ve casto e inocente y en mi luce muy bonito.

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⏰ Última actualización: 5 days ago ⏰

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