Capítulo 28 Nozh

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Leyla

El tiempo pasa tan lentamente, que juraría que el destino lo utiliza para vengarse de mí. Por más que pregunto no hay noticias de la cirugía, médicos y enfermeras entran y salen sin decir nada, la luz amarilla en la sala de espera indica que el procedimiento continúa en marcha, la miro cada pocos segundos deseando que el color sea verde. Que el médico salga y me diga que todo salió bien y que estará de vuelta conmigo en unas horas. Yerik se ha mantenido a mi lado esperando noticias, pero ya no puedo aguantar más esta angustia y preocupación, mis manos están húmedas, frías y por más que las froto contra mis muslos nada las calienta, creo que la adrenalina del momento bajo porque ahora un dolor intenso toma lugar por todo mi cuerpo.

Un enorme peso crece dentro de mi, en parte siento que esto fue mi culpa, las cosas que quiero no tienen a durar mucho o simplemente ellas no me quieren a mi. Con todos esos dardos dentro carcomiéndome, saco mi dolor y lloro en este asiento frío, dejo salir todos mis temores. Si lo pierdo, ya no me quedará nada, sólo él tiene esa electricidad que me hace ser normal, que me completa, que me permite soñar con algo más.

—¿Ley? —Valery me abraza sin decir nada más. En medio de todo no me di cuenta de cuando llegó. —Tranquila, todo saldrá bien —Suavemente acaricia mi pelo.

—No puedo... perderlo Val. —Intento hablar entre sollozos

—Yo estoy aquí contigo pase lo que pase —besa mi cabeza y me mantiene apretada en sus brazos.

—Leyla, debes revisarte. Estás herida. —insiste preocupado Jason.

—Cuando salga de cirugía, lo haré.

—No hace falta, ya viene un equipo médico para acá.

El médico me revisa y monitorea mis signos vitales, tengo golpes en todos lados y el corte en mi cabeza es importante, dieron 4 puntadas en mi frente. El médico indica que lo mejor sería un escáner para descartar cualquier mal indicativo. Me niego totalmente, no pienso dejar está sala de espera a menos que Akim lo haga primero. Por más que ambos insistan en que necesito asearme y descansar, no lo haré.

El hombro de Valery ha sido mi apoyo estás últimas horas. El rotundo silencio en la habitación no es de mucha ayuda, pero lo prefiero antes que tener malas noticias. Boris, Orel, Ivanna y Vitali llegaron hace un par de horas, aunque para Orel e Ivanna no somos más que estorbos por la forma en la que nos miran, solo Vitali nos dirigió la palabra y dio unos cafés mientras esperamos.

La luz por fin se torna verde y un alivio fugaz me invade, ya que la preocupación toma su lugar inmediato al ver el semblante del médico que sale del pabellón a encontrarse con nosotros. Me levanto de mi lugar rápidamente y me acerco a él.

—¿Es usted la esposa? —Pregunta el profesional.

—Solo es su novia —Afirma Ivanna desde su lugar —nosotros somos su familia.

—¿cómo salió todo? —Pregunto y el médico nos mira.

—El procedimiento fue un éxito, logramos detener la hemorragia cerebral, nos encargamos de su brazo y atendimos su pierna quemada, próximamente necesitará trasplante de tejido ahí pero lo primero será encontrar tejido compatible. Lo importante son las siguientes horas, su cerebro debe desinflamarse y no les garantizo nada, podrían quedar secuelas.

—¿Qué secuelas? —Pregunto.

—Pérdida de la capacidad para comunicarse, problemas de deglución y de visión, neumonía, pérdida de sensibilidad, depresión, cambio en la personalidad y conducta, entre otros. Deben estar preparados para cualquier cosa. En los próximos minutos lo trasladarán a su habitación.

Fusión Peligrosa (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora