Capítulo 33 Sus brazos.

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Akim

Perdió completamente la conciencia después de que una de las mujeres de su tripulación la ayudará a asearse. La inflamación de su rostro no ha bajado ni un poco y el morado es protagonista en todo su cuerpo. El hijo de puta que la torturó me explicó muy alegremente todo lo que le hizo a mi mujer y lo bien entrenada que estaba la zorra, ya que no suplicó, ni derramó una sola lágrima. Le volé los sesos sin dejarlo terminar, antes de matarlo me entregó la mochila que traía con ella. Solo llevaba consigo unos enlatados, una caja negra y un nuevo celular. Vi que este tenía un mensaje escrito hacia mi que nunca llegó, diciendo que estaba en la isla y que viniera por ella.

Solo pensar en todo lo que tuvo que soportar y que un bastardo puso las manos encima de lo que es mío, que marcó su cuerpo y que toco lo que solo a mi me pertenece tocar y marcar, hace arder mis entrañas.

—Puedo... resistir más. Dile a Yerik... que yo resistiré todo —su voz es ronca y arrastrada —has conmigo lo que quieras... córtame cada parte, quiebra mi otro pie si quieres... saca mis ojos no me importa, pero solo házmelo a mi —me giro para volver a mirarla nuevamente ya que estaba de espaldas mirando por el ventanal que da hacia la playa —Una vez... me prometiste que si me convertía en tu enemiga... solo me atacarías a mi. Aquí estoy. Yo soy tu enemiga, no mi familia ni mis amigos.

—Tu no eres mi enemiga —camino hacia ella — Me equivoque y desconfíe de la persona que no debía, yo jamás debí dudar de ti Yarostnyy.

—¡Leyla! Mi nombre es Leyla. —levanta su rosto y puedo ver algo de su ojo derecho que esta reventado en sangre por dentro. Pero eso no quita la dureza con la que me está mirando.

—Ellos no sabían quién eras, me dijeron que eras una espía de la triada. Yo jamás te haría algo así ¡debes creerme!

—Ya me pusiste las manos encima una vez y también prometiste cosas antes —la frialdad del comienzo está presente otra vez.

—Perdóname, me equivoque. La muerte de Boris nublo mi razón, yo no debí... —niega con su cabeza y mantiene su mirada fija en mí.

—Si estás arrepentido déjame ir —intento acercarme a ella —¡no me toques! —levanta su mano apartándola —Ninguno de estos golpes, ni uno Akim. Duele más de lo que dolieron tus palabras. Te habría perdonado si me hubieras amenazado solo a mi, lo habría hecho porque idealice un futuro inexistente a tu lado.

—Aún podemos...

—¡No! —me interrumpe —Amenazaste lo único sagrado que tengo, mi familia. ¡Esto se acabó! si te importé alguna vez, me dejarás ir.

—¡Yo te amo Leyla! —Intento hacerla entender que está equivocada.

—Si esta es tu manera de amar, evidencia aún más lo diferentes que somos —Abre la cama y como puede camina arrastrando su pie, moviéndose afuera.

Da un paso, luego otro y otro hasta que llega al salón donde está su tripulación, quienes la miran horrorizados por su estado. De inmediato el Capitán se aproxima a ella y el que la toque enciende mi ira, pero ella lo aparta, indicando que puede sola. A pesar de su estado se muestra como la mujer fuerte que conocí la primera vez, en ningún momento ha mostrado debilidad y ni siquiera al caminar ha hecho una muestra de dolor.

—Mi mochila —le pide la mochila a Yerik y asiento para que se la acerque. La toma y saca la pequeña caja negra, la abre y levanta una cadena con la estrella Vory V Zakone de ocho puntas repleta de diamantes

—Boris me la dio, se lo que significa. Y yo nunca más voy a serte leal a ti o la Bratvá. Mi lealtad siempre debe ser hacia mi primero, gracias por recordármelo Akim Vólkov —toma mi mano y deja la cadena en mi palma.

Fusión Peligrosa (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora