Capítulo 34 Olvidar...

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Capítulo 34 Olvidar...

Leyla

Cinco costillas rotas, múltiples hematomas, quemaduras en mis pies y una luxación de tobillo. Es el diagnóstico que el médico dio junto con el tiempo de recuperación, que será de seis a ocho semanas en el caso de mis costillas y golpes, para mi tobillo solo un par de semanas ya que el traumatólogo lo puso en su posición. No sin antes preguntar si el hombre que me acompañaba había ocasionado tales golpes, lo cual negué rotundamente.

Jason se encargó de todo con tal de que el hospital no llamará a la policía y mantuviera esta atención lo más bajo perfil. Desde que regresamos, estoy en cama acurrucada con mi cobertor mirando un punto fijo en la pared, tratando de centrar todo lo que pasó estos estos últimos días, por más que quiero ordenar mis pensamientos estos no dejan de ir hacia quien se supone debo olvidar Siempre supiste que no significabas nada para él, crees que si en verdad te quisiera te habría puesto una mano encima, jamás le importaste, nunca confió en ti, para él siempre fuiste solo un buen polvo y lo sabes, piensa en tu familia y amenaza que te dio, piensa en sus ojos odiándote por lo poco que significas para él, recuerda cómo te llamo, maldita perra barata, rata, asesina, mentirosa.

—Leyla —Jason está de pie con una bandeja de comida — Te hable muchas veces.

—Solo...estaba pensando —dolorosamente me acomodo para quedar sentada.

—No pienses en él. Ya no está Rain —deja la bandeja a un lado y acerca una de las sillas a un costado.

—No pensaba en él —No se si lo digo para convencerlo a él o a mí.

—Desearía no conocerte tanto — se sienta y toma una cucharada de sopa que acerca a mi boca —Abre.

—Puedo hacerlo sola. —intento tomar la cuchara pero la aparta.

—Lo sé, pero quiero hacerlo —acerca la cucharada de sopa a mi boca y la recibo —¿que pensaría Luis si sabe que no cuide a su guerrera?

—Nadie de mi familia debe saber esto, Jason —ruego suplicante

—¿Otro secreto más? —me da otra cucharada de sopa que recibo.

—Otro más que pido que escondas por su bien.

—Esconderé los necesarios para tu seguridad —acaricia mi mejilla dándome esa mirada brillante característica de él.

Termina de darme la sopa que en realidad no estaba nada mal, me entrega los medicamentos que debo tomar junto con un vaso de agua y de en un momento el silencio y la tranquilidad de casa se ve interrumpida. A lo lejos siento como alguien se aproxima y veo que ingresan a mi dormitorio sin previo aviso.

Los ojos de Josh están estupefactos, poco a poco comienzan a enrojecer brillando vidriosos, su pecho comienza a moverse notoriamente con cada respiración y su vista no deja de examinarme, detrás de él, sale la silueta voluptuosa de una morena de ojos verdes que tapa su boca con las manos tratando de contener su llanto.

—¿Qué te pasó? ¿Quién te hizo esto? —Josh se viene sobre mí intentando tocar mi cara pero mantiene sus manos a centímetros de mi. —¡¿quién te hizo esto Leyla?! —grita exigiendo una respuesta.

—Solo... fue un accidente —mis palabras son apenas un susurro. Por alguna razón no puedo verlo a los ojos.

—¡Ya deja de mentirnos tonta! —El grito de valery se toma la habitación — ¡Se supone que tu eres la tranquila y yo la que me meto en problemas! ¡No intentes cambiar nuestros papeles! ¡¿Por qué no me llamaste?! ¡Hicimos una promesa, estúpida! ¡Si una sube, la otra sube y si una cae, la otra cae! —a pesar de sus reclamos lágrimas no dejan de caer por su bello rostro — ¡Tonta, tonta, tonta, tonta! ¡¿Por qué no me llamaste para recibir eso contigo?! ¿No pensaste en qué haría yo si te pierdo? ¿No pensaste en que verte así me está matando? — de un momento se gira hacia Jason — Y tú, me prometiste que siempre la protegerías ¡¿donde mierda estabas ahora Jason?!

Fusión Peligrosa (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora