CAPÍTULO 26: ¿¡HAILY!?

118 12 0
                                    

HAILY:

-Todos van a ir, deja de quejarte.

-Es que...

Le regalo mi mirada asesina y se calla al instante.

-Das miedo.-susurra.

-Pero me quieres...

-Bueno...-le doy un codazo y él se ríe.-Sabes que soy adorable.

-No. Ni un poquito.

-¿Ni un poquito?

Niego con la cabeza y me muerdo el labio mientras camino hacia atrás hasta chocar con la pared. Él va caminando lentamente hacia mi hasta que nuestros labios chocan, junto con nuestras caderas. Gimo. Empieza a besarme el cuello, la oreja... Vuelvo a gemir. Cierro los ojos y giro la cabeza, dándole total acceso a mi cuello. Él sonríe contra mi piel y me muerde el lóbulo de la oreja. Me aferro a sus brazos. Me agarra el bajo de la camiseta y tira de ella hacia arriba. Le suelto los brazos y los subo para que pueda quitármela. En dos segundos, él hace lo mismo con su camiseta y me empuja contra la cama.

-Ethan...-gimo.

ETHAN:

-Vamos a llegar tarde...-le digo mientras entro en el baño.- ¿Como puedes tardar tanto en maquillarte? No lo necesitas. Yo te veo más guapa sin él.

-Eres adorable, pero me temo que no es cierto.

-¿Me tomas por mentiroso?

-Ajá...-susurra.

-Deja de mirarme así o nunca llegaremos a esa fiesta.

Ella hace un mohín. Sonrío, le beso la mejilla y tiro de ella hacia la puerta del baño.

-Tienes cinco minutos.-digo y sonríe. Me empuja al sofá y a acercándose lentamente.

-Joder, Haily.-suspiro cinco minutos después.-Es verdad que solo necesitabas cinco minutos.-digo mientras me subo los pantalones. Ella sonríe de oreja a oreja, se retoca el maquillaje y salimos de ahí enseguida. Dos horas después, Haily está borracha como una cuba, y se tambalea de un lado a otro del pasillo hasta que llegamos al baño de la fraternidad.

-Perdona.

-¿Por?

-Porque me tengas que hacer de niñera.-susurra.

-No pasa nada. Pero no quiero que me beses hasta que te hayas lavado los dientes por lo menos 20 veces.

Ella sonríe, pero enseguida vuelve a agacharse sobre el váter. Le agarro el pelo por quinta vez esta noche, y dejo que vomite. Cuando por fin parece que no le queda nada más que echar en el organismo, para. Le ayudo a bajar las escaleras pero cuando llego, me cruzo con Jason.

-Eyyy... ¿a dónde vais?

-A casa. Está como una cuba.

-Quedaros un rato.

-Que va. Ya nos veremos, tío.

-¡Otraaa!-grita entonces, y todos los presentes dan un trago más de sus vasos rojos.

-Haily...-suspiro, pero no la veo. Mierda. Empiezo a dar vueltas por toda la casa, pero no la encuentro. Me subo a una mesa para ver si está entre la multitud del primer piso, pero solo veo un montón de borrachos, y ninguno de ellos es mi borracha.

-¿¡Haily!?

Entonces Abry se me acerca y me grita por encima de la música:

-¡Está en el jardín! ¡Fuera!

Salgo como puedo de la casa y me la encuentro tumbada sola en medio del césped.

-¿Qué haces, cariño?

-Ver lasss esstrreelllassss.-susurra ella arrastrando las palabras otra vez.

-Vamos a casa por favor.

-Vale...

La cojo en brazos y consigo meterla en mi coche. Por suerte, no vomita hasta que esta otra vez en el baño de mi casa.

n-bott'd

UNA DE ELLOS en ediciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora