CAPÍTULO 15: La deprimida

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THOMAS:

No consigo quitármela de la cabeza. No consigo quitarme de la cabeza a Abry besándose con David a la salida del colegio. Esto es demasiado. Me ha pillado pero bien. No creo que pueda soportar otro día viéndolos juntos. Me duele solo de pensarlo. Apenas sin darme cuenta ya he cogido el teléfono y estoy llamando a alguien. Abry. Tenía que ser a ella a quien llamara accidentalmente... espero y espero pero no coge el teléfono. Seguro que está con él. Seguro que le está diciendo que no me coja el teléfono. Seguro que ese cabrón está disfrutando con todo esto. No paro de imaginármelos. Juntos. Besándose. Dándose la mano. Me duele el pecho cuando pienso en ella. Salgo a la calle para despejarme un poco y entonces me acuerdo. Mierda. Cojo el móvil y miro la hora. 7:30. Uf... aún llego a la cena. Marco el teléfono de Ally.

-¿Sí?

-¿Voy a buscarte?

-Claro.

-¿Sigue ella allí?

-No, tranquilo. Ya se ha ido.

-Vale. Paso a recogerte, llego en menos d diez minutos, estate lista, ¿vale?

-Vale. Ponte guapo. La cena es importante. No te puedes poner sudadera y vaqueros.

-Entonces tardaré algo más de diez minutos. Luego te veo.

-Luego te veo.

ABRY:

Cuando llegamos a la habitación, mi teléfono está sonando. Me acerco corriendo para ver quién me llama y se me cae el alma a los pies cuando veo que en la pantalla pone: Thomas. Miro de reojo a David que me mira una ceja enarcada.

-Es él, ¿no?

-Sí. Es él.

-Le voy a partir las piernas a ese capullo.

-Relájate. No le voy a coger.

-¿Le has vuelto a ver?-agacho la cabeza ya aparto la mirada de la suya, mirarle a los ojos me está matando.

-¡Joder! ¿Le has vuelto a ver verdad? ¿Os besasteis?

-¡No!

-No te creo.

-Me da igual si no me crees, casi ni he hablado con él.

-Fuiste a hablar con él, ¿verdad?

-No. Fui a casa de Ally porque no tenía llaves, mis padres no estaban en casa y mi teléfono estaba aquí.

-¿Y qué pinta él ahí?

-Ally y él son amigos desde la infancia. Yo no sabía que iba a estar allí. Ally se fue a buscarme un teléfono para que pudiera llamarte para que fueras a buscarme y entonces nos dejó a solas. No hicimos nada, él me dijo que ya se iba de la casa pero le dije que se quedara que la que se iba era yo. Al final el que se largó de allí fue él. Fin de la historia. Luego te llamé y aquí estamos.

-¿Y porque te llama entonces?

-No lo sé.

-Mientes.

-No. No te estoy mintiendo.-doy un paso hacia él e intento cogerle la mano, pero la aparta.

-¿Te gusta?

-No como tú piensas.

-¿Cómo entonces Abry?

-Como amigo. Solo como un amigo.

-¿Nada más? ¿Estás segura?

-Sí. De esa manera solo me gustas tú.

-Llevamos dos días de mierda saliendo. Y te recuerdo que la misma mañana que te pedí salir tú te estabas morreando con él.

-¿Eso piensas? ¿Han sido dos días de mierda para ti?-no puedo evitar que me duela el alama al oírle decir eso.

-No, no quería decir eso.-intenta agarrarme la mano, pero esta vez, soy yo quien la aparta.

-No me toques. Tú tranquilo. No voy a hacerte pasar ningún día de mierda más conmigo.-doy media vuelta, cojo mi móvil y cierro la puerta a mis espaldas de un portazo. Él la abre enseguida, y sale corriendo de la habitación detrás de mi.

-¡Espera Abry!

-Que te den.

-¡Abry!

Hago caso omiso de sus gritos al otro lado del pasillo. Echo a correr con lágrimas en los ojos. Mierda. Me ha traído David. Cojo mi teléfono para llamar a Haily, pero no coge. Sophie tampoco me contesta y Riley hace lo mismo. Cuando llamo a Ally, no es ella quien me contesta.

THOMAS:

Un cuarto de hora más tarde ya estoy en la puerta de la casa de Ally. Nada más llegar, se abre la puerta y sale de casa.

-Que puntual.

-Ya ves.

-Mierda. Espera, se me ha olvidado la cartera.-dice lanzándome su móvil, y echando a correr a su casa. Por suerte lo cojo al vuelo, pero empieza a vibrar. Sin mirar siquiera quien está llamando, respondo por ella.

-¿Sí?-nadie contesta a el otro lado...-¿hola?

-Ho... hola...

-Abry. ¿Estás bien?

-Yo... ¿dónde estás?

-En casa... eh... en casa de Ally, tenemos cena. Puedes venir igualmente.

-No quiero molestar.

-No molestas. Paso a buscarte. ¿Dónde estás?

-En la fraternidad..-solloza.

-En nada estamos allí. Tú tranquila. Espero que no te importe conocer a nuestros padres...-digo medio riendo.

-¿No es pronto para que me presentes a tus padres?- medio ríe. Pero no puedo evitar que me duelan sus palabras. Cuelo bruscamente cuando se abre la puerta de casa de Ally. Me siento como un niño pequeño al que han pillado haciendo algo que no debía

-¿Que hacías? Has parado en seco cuando he aparecido.-dice Ally entrando en el coche.

-Ha llamado Abry.-confieso sosteniendo su teléfono en alto.- he cogido por ti. Está mal. Le he dicho que podía venir con nosotros.

-A mi me parece bien. Pero serás tú el que se enfrente a nuestros padres. No les gustará que una amiga nuestra se quede a cenar en una cena de viejos amigos.

-Relájate. Le podemos decir que es tu mejor amiga o algo.

-O tu novia. Sería algo más lógico.

-No voy a decirle eso.

-Vale... no me muerdas.

-Cállate.

Unos pocos minutos después ya estoy en la fraternidad y Abry está en la puerta. Está temblando, tiene todo el maquillaje corrido, y los ojos llorosos. A saber que le he ha hecho ese cabrón.

-¿Estás bien?-pregunta Ally cuando ya ha entrado en el coche. Pues claro que no está bien. ¿No la has visto?

-No. La verdad es que no.

-Tranquila, vamos a pasar por tu casa antes. Así, te puedes cambiar de ropa y quitarte esos restos de maquillaje que tienes... por toda la cara.-dice echándose a reír en un fracasado intento de hacerla reír. Ella sonríe de manera forzada y otra lágrima cae por su cara mientras se da cuenta de que ese cabrón nos está siguiendo.

-¡Abry! ¿Qué haces tú aquí?- pregunta dirigiéndose a mí.

-Eso no es de tu incumbencia. ¿Qué coño le has hecho?

-No es de tu incum...-no le dejo acabar cuando arranco el coche dejándolo atrás gritándome los peores insultos que se le ocurren a ese cateto.

-Gracias.-dice Abry casi en un susurro.

Cuando ella sale de su casa, ya se ha maquillado otra vez, y se ha puesto un vestido, precioso. Es escotado y corto. Joder. Es azul cielo, lo que hace que parezca un ángel.


UNA DE ELLOS en ediciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora