TRAUMA

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DIA DOCE

Ellie no despegaba la mirada del cadáver. No desde que se había chocado con él. Sus mil cortes en todo su cuerpo la habían provocado a la pelirroja mancharse su ropa de sangre. Sangre misma que también abundaba en su rostro.

Oía que la llamaban. Bien desde el interior del bosque, una voz masculina y firme gritaba desesperado. Pero no por ella. No estaba preocupado por lo que fuera a pasarle a Ellie. No... por quien estaban preocupado era por Jake.

—¡Ellie!— la voz sonaba lejana en los oídos embotados de la chica, que cada vez se sentía más y más vacía y más y más al fondo de un abismo gigantesco y sin límites—. ¡ELLIE!

No despertó de su estado. Estaba en shock, totalmente destruida. Acababa de chocar con la muerte, y aún no se recuperaba de su anterior episodio. Se atrevió a mirar los ojos apagados de quien, antaño, llamó amigo. Y vio en ellos reflejados el dolor.

Un profundo sentimiento llenó el pecho de Ellie. Un sentimiento de culpa y remordimiento que difícilmente se iría. Tom llegó a los pocos segundos. Su pecho se movía frenéticamente, al compás de su respiración. Su rostro estaba totalmente sudado y sus ojos reflejaban un profundo terror.

—No...— murmuró, mientras caía al suelo de rodillas.

—Lo lamento tanto, Tom...— dijo Alec, quien llegaba a su lado. El amante de la lectura se permitía sentir una profunda empatía. Después de todo, también ha perdido a alguien importante.

Tom apretó dientes y puños con furia y soltó una enorme maldición a los cuatro vientos. Ellie seguía sin moverse, traumatizada.

Alec tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano por movilizarlos de allí. Ellie parecía haber perdido toda voluntad. Tom tenía un rostro perturbador. Y mientras Alec leía la nota que dejó el asesino esta vez, se percató de algo.

"EspeRas tE mUcch, ¿n jke‽"

Su forma de escribir era cada vez más errática e informe. Eso solo podía significar una cosa.

Está, literalmente hablando, volviéndose loco.

...

DIA TRECE

Riya se considera una persona egoísta, dispuesta a hacer cualquier cosa con tal de ganar. Pero también se considera humana. Alguien que, bajo ninguna circunstancia, dejará de temerle a algo en particular: la muerte.

Miraba cada árbol, cada arbusto, cada sombra. Se sobresaltaba a cada mínimo movimiento que veía por el rabillo del ojo. Pegaba un salto con el ruido provocado por alguna pequeña ardilla.

Estaba demasiado asustada, y con razón. Connor la miraba preocupado. A este punto, todo lo que había sido Riya ya no estaba. Tan solo quedaba el cascarón de lo que era, y se mostraba tal cual: una mujer que quería vivir.

—Oye, Riy...

—No digas nada, Connor. Tan solo sigamos buscando algún maldito animal así nos podemos ir.

Connor enarcó una ceja. A su lado, un arbusto se movió. El anciano miró nervioso al arbusto. De repente, sintió un olor nauseabundo.

—¿Qué es ese olor?— preguntó la actriz desconcertada y asqueada.

—Vamos a ver.

Se adentraron aún más en la oscuridad del bosque. Riya sentía que estaba siendo observada por mil ojos vigías, y que, en cualquier momento, su vida llegaría hasta allí.

Sus narices los llevaron hasta un claro que no tenía nada en particular: había césped, algunas flores, y una pila gigantesca de cadáveres de sus antiguos compañeros.

...

La noche había caído hacia varias horas, y como siempre, la preocupación de pensar quien podía ser el siguiente. Había mucho movimiento en la cabaña. Tess, Ally y Aiden conversaban entre si, tratando de ignorar el hecho de que habían perdido a una persona muy importante en sus vidas. Ellie miraba a la nada con la mirada perdida. Tom golpeaba una y otra vez una almohada. Yul podría parecer indiferente a todo, pero tenía miedo: estaba verdaderamente asustado por la situación. Lake apretaba sus puños. Sus pensamientos se dirigian una y otra vez a James.

Alec, por su parte, miraba por la ventana, ansioso: Connor y Riya habían salido a buscar alimentos, que se habían acabado la noche anterior. Se separó del cristal y comenzó a caminar de un lado a otro. No quería más muertes: quería que todo esto acabara ya mismo.

La puerta principal se abrió. Todos miraron instantáneamente hacia allí: era Connor, lleno de sangre.

—¡Connor!— su mirada estaba ensombrecida. Ally, Tess y Aiden fueron a socorrerlo y el anciano le dio una carta a Tom, quien la leyó en silencio.

—¿Qué dice, Tom?— preguntó Lake.

—...El silencio dice más que mil palabras... eso creo que dice.

Arrojó la nota a la basura, luego se apoyó en una pared y se sentó en el suelo, frotándose las cienes. De repente, alguien tocó a la puerta.

Todos se paralizaron. Connor se quedó mirando fijamente la puerta. Todos se olvidaron de cómo respirar.

Ellie se levantó, temblorosa y con más dudas que certezas y fue a ver quien era. Al girar el picaporte y abrir la puerta, algo pesado y manchado de sangre cayó pesadamente sobre ella.

—¡Quitenme esto de encima!— chilló. Se había puesto pálida de golpe.

Ashley fue rápidamente a socorrerla, quitandole el cadáver de Riya de ella. Cadáver, que carecía de esófago.

...

NOTA DE AUTOR

Este debe ser el mejor episodio que he escrito del pasado. No tengo mucho para agregar hoy. Aunque, si buscamos algo positivo, salí del bloqueo lector. VAMAAAAAAS

En fin, ¿que les pareció?

Nos vemos en algún próximo episodio: ya estamos en la recta final del primer sub-arco. Tengo muchas ganas de seguir mostrando lo que sucederá.

En fin.

Chaoitoooo

Oportunidad Única (OU #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora