ENFRENTATE A TUS MIEDOS

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Yo... yo... yo...

Testimonio de los Supervivientes de la Masacre de Tipiskaw.

...

P.O.V TUFF

—¡Vuelva pronto!— le exclame a una señora que me entretuvo como por DIEZ MINUTOS porque no sabía contar—. Odio a las viejas— le susurre a Mel, mi compañera, cambiando del inglés al español.

—Si fuera por vos, odiarías todo lo que se moviera, Tuff— me respondió ella, jugueteando con su anillo—. ¿Viste el cambio en la línea temporal?

—Ni siquiera es necesario adentrarse demasiado en el espacio-tiempo para darse cuenta. Grett fuera, en lugar de Will. Hasta a mi me sorprendió.

—Bueno, pudo ser peor, ¿viste? Pero bueno, que se yo.

Otro cliente entró a la tienda. Puse mi mejor sonrisa de conquistador y quise ver si me la podía chamuyar. Grande fue mi sorpresa cuando vi entrar a Ally. Mel se envaró a mi lado. No necesitaba verla. Podía sentirla, al fin y al cabo.

—¡Hola!— saludo ella animada, viéndose y actuando muy distinto a como lo hacía en el futuro catastrófico en el que vivía—. ¿Tienen refresco?

—Acá nos gusta más gaseosa— dije, sonriendo y diciendo la última palabra en español.

—Si, si tenemos. Y no, no le hagas caso. Es un boludo— dijo Mel.

—¡Oye!

—¿Te miento? ¡Che, Pok, traeme una gaseosa!

—¡Ya voy po weon!

—Eh...— dijo Ally, claramente perdida. Si no hablara español, estaría igual. No la culpo.

—No nos hagas caso. Venimos del cono sur los tres y yo soy la única cuerda del grupo. ¿Algo más que necesites?

—Unos Doritos.

Mel me miró, así que suspire resignado y fui a buscar los benditos Doritos. Estaban en el estante más arriba, y siendo yo el más alto (mi don y maldición) me encargaba de eso.

—Aun no entiendo porque debo ser yo quien busque todo esto— le dije en español a Mel.

—Te pasa por medir metro ochenta y cinco. Dale, no te quejes— dijo mientras le daba un sorbo a un mate.

Pobre Ally. Tenía la cara de confusión más confusa de todas las caras confundidas. Nosotros somos asi: excéntricos. Como no nos importa que diga la gente de nosotros, hacemos cuanto queramos siempre y cuando estén dentro de la ley.

—Dime... ¿que esperas del futuro?— le solté a la cuatro ojos mientras le daba la bolsa de Doritos. Pok ya había llegado con la gaseosa.

—[¿Así o menos disimulado?]— me dijo Mel mentalmente, una de nuestras muchas habilidades.

—P-pues...— dijo ella, nerviosa.

—La vida es muy corta como para desperdiciarla. Hay veces que... solo hay que dejarse llevar... no pensar en lo perdido. Y seguir. Seguir. Seguir...

Oportunidad Única (OU #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora