CULPA

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DIA NUEVE

P.O.V. ELLIE

Lake me abofeteó. Para ser totalmente justos... me lo merecía. Me merecía eso y más. Merecía morir yo en su lugar. Ella era quien alegraba mis días, quien me ayudaba a ser mejor persona. Y ahora...

—¡ERES UNA EGOÍSTA DE MIERDA, ELLIE!— exclamó Tom. Yo solo bajé la mirada.

No iba a llorar. Gabby no merece que yo llora por ella. Yo nunca la merecí. Nunca. Nunca...

Sentía el peso de las miradas de todos caer fuertemente sobre mi. La ira, la rabia. La furia. Sus ojos, aunque no los estuviera viendo, sabía que cargaban todo lo anterior contra mi. Y decepción. ¿Así se sentía... perder lo único que te importa?

—L-lo sien...

—¡CÁLLATE! — dijo Aiden.

—Aiden, cálmate.

—¡No, James! ¡No me voy a calmar! Sabía que eras egoísta, narcisista, que no te importa nadie más que tú misma, ¿¡pero lo que hiciste!?

¡ESCUCHA, GABBY!

—Eso no tiene perdón...

¡TÚ SOLO ME TIENES A MI!

—Y no estoy diciendo eso. Lo que hizo fue horrible. Pero... ella ya está sufriendo lo suficiente.

¡A NADIE LE IMPORTAS!

Yo la maté...

¡ERES RARA PARA TODOS!

Por mi culpa...

¡SOLO. ME. TIENES. A. MI!

Gabby murió...

...

DIA DIEZ

P.O.V. ASHLEY

Aiden aún no era capaz de levantarse del suelo. No veía sus ojos, pero podía sentir que estaban cargados de un profundo dolor.

—V-vamos Aiden— dijo Tess, también en shock, un poco más alejada—. Hay que... informar... al resto...— Tess ya no pudo aguantar las lágrimas. James y ella eran poco más que conocidos, pero fueron también compañeros de temporada.

Me saqué mi sombrero e hice una ligera reverencia de respeto. Aiden se levantó como pudo. La sangre de James le llegaba hasta el cuello, donde comenzaba la camisa, cayendole un poco dentro de la misma.

Todos estábamos muy mal luego de la muerte de Gabby, de lo que hizo Ellie. Yo aun no puedo creer que ella haya sido capaz de decirle eso. Ahora, con la muerte de James...

Pude ver finalmente el cadáver, que no era una de mis prioridades. Lo que vi me dieron ganas de vomitar. La cabeza de James había sido abierta, dejando ver su cerebro brutalmente machacado. Su lengua había sido estirada a tal punto que le llegaba hasta el pecho. Por suerte, no sucedió nada más.

Aiden leyó la carta, llena de líquido carmesí, y la arrugó con una sola mano.

—Ése malnacido lo va a pagar muy... muy caro...

Oportunidad Única (OU #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora