El Enigma de Luna- parte 3
En el pasado- vida anterior
En medio de las ruinas, la desolación se cernía como un manto oscuro sobre nosotros. La última fortaleza de los humanos, que alguna vez había sido un bastión de esperanza, ahora yacía en pedazos. Las paredes, antes impenetrables, estaban marcadas por las garras de la guerra, y el aire estaba cargado con el olor metálico de la sangre derramada.
Como general de Eldoria, me encontraba al frente de los últimos defensores. Éramos un puñado de almas valientes, unidos por la promesa de proteger a nuestro pueblo hasta el último aliento. El príncipe William de Eldoria, nuestro líder, había caído junto con la fortaleza. Solo quedábamos seis: cinco soldados y yo, formando el Escuadrón Fénix. Nuestro nombre resonaba con la esperanza de renacer incluso en la más profunda oscuridad.
Las ruinas se extendían ante nosotros como un recordatorio cruel de la fragilidad humana. Los cadáveres, algunos apenas adolescentes, yacían dispersos como hojas secas en un campo de batalla olvidado. Con voz entrecortada, ordené que se les diera un descanso final, que sus cuerpos fueran enterrados con respeto. Pero entonces, un grito de alegría rompió el silencio sepulcral.
Uno de mis soldados había encontrado a Aiden, enterrado bajo los escombros. Aiden, cuya luz había iluminado nuestro escuadrón en los días más oscuros. Ahora, sin embargo, esa luz se había apagado. Lo sacamos de su tumba improvisada, y su rostro demacrado y ojos vacíos me golpearon como un puñetazo en el corazón.
Aiden estaba roto. Sus heridas físicas eran evidentes, pero eran las heridas invisibles las que más pesaban sobre él. No comía, no dormía, no reaccionaba ante nada. Parecía un títere al que le habían cortado las cuerdas, un alma atrapada entre la vida y la muerte. Su mirada perdida me perseguiría durante mucho tiempo, como un eco de la tragedia que nos rodeaba.
Los días pasaban como las mismas estrellas fugaces que iluminaban el apagado cielo nocturno. En una fría noche, unos pasos me despertaron. Al abrir los ojos, vi cómo Aiden salía de la cueva en la que habíamos encontrado un efímero momento de paz y tranquilidad. Lo seguí hasta que, sin darme cuenta, habíamos regresado a la última fortaleza. Vi cómo se dirigía al lugar donde lo encontramos por primera vez y cómo se quedaba quieto, sin hacer nada más que derramar lágrimas. Podía notar la soledad, la tristeza, la desesperación en cada segundo que lo veía desde lejos. Apoyado sobre un muro no muy lejos de la entrada, parecía un fantasma atrapado entre dos mundos.
— ¿Cuánto tiempo más seguirás así, Aiden?—hablé con la esperanza de que me contestara. Sin embargo, no fue así. No me respondió, incluso consciente de que las heridas sobre él eran enormes, heridas que se curarían, heridas que yo estaba dispuesto a curar, pase lo que pase. "No estoy dispuesto a perder a ninguno de mis hombres. Cuando el general Edward te incorporó a mis filas, no tenía grandes expectativas. Sin embargo, me demostraste que lucharías incluso si no poseías un núcleo o la habilidad suficiente, todo para proteger a los que no podían hacerlo", pensé para luego susurrar— Supongo que no lo lograste, ¿verdad?
—Solo la tenía a ella, Nadia. Fue la única que no trató de desecharme como mi padre lo había hecho, y no pude protegerla. No cumplí la promesa de protegerlos —dijo Aiden con voz quebrada. Sus lágrimas se mezclaron con la lluvia invisible que caía sobre nosotros, y su dolor se convirtió en el eco de todos los que habían caído en esta guerra sin sentido.
En ese momento, supe que Aiden era más que un soldado. Era un símbolo de nuestra derrota, de la inmensa fragilidad de la vida. Pero aun el rendirme no estaba en mis planes.
—Aiden —dije, mi voz apenas un susurro—. No puedes cargar todo este peso solo. Nadia... ella no habría querido que te sintieras así. No puedes culparte por lo que sucedió. Todos luchamos con las cartas que nos repartieron, y a veces, incluso los héroes caen.
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El resurgir del ultimo Drakoitar
Fantasía★Se aceptan ideas y/o sugerencias para mejorar la historia. ★ Totalmente prohibido copias o adaptación de cualquier tipo de esta historia En un mundo donde la magia es tan real como el viento entre los árboles, Aiden, considerado la última esperanza...