El resurgir del ultimo Drakoitar

capítulo 24

El regreso

Con el ex rey demonio del sur

Luego de escapar desesperadamente, quedé a la deriva, totalmente herido y casi inconsciente. La sangre brotaba de mis heridas, mezclándose con el sudor frío que cubría mi cuerpo. Cada respiración era un esfuerzo titánico, un recordatorio constante del dolor que me consumía. Para mi suerte, logré entrar al reino demoníaco antes de caer dormido, aunque no sabía si eso era realmente una bendición o una maldición.

Horas, o quizás días después, desperté encadenado en una celda oscura y húmeda. El aire estaba cargado de un hedor nauseabundo, y el sonido de gotas de agua cayendo resonaba en la penumbra, amplificando mi soledad y desesperación. Sin embargo, la cosa no paró en ese momento. Frente a mí, apoyado en la pared de la celda, estaba una versión de mí mismo, pero mucho más oscura y malvada. Sus ojos brillaban con una malevolencia que me helaba la sangre.

Lo primero que pensé fue que era una ilusión causada por algún trauma, pero pronto me di cuenta de que no era así. El miedo se apoderó de mí, un miedo tan profundo que parecía devorar mi alma.

— ¿Este es tu estado?—me dirigió la palabra con un tono muy serio, su voz resonando como un eco siniestro en la celda. Se acercó lentamente, cada paso suyo resonando como un martillo en mi mente, y sin darme opción de defenderme, destruyó mi mente y mi alma en el preciso instante en que se metió en mi cuerpo.

Sentí cómo mi conciencia se desvanecía, cómo mi esencia era consumida por esa oscuridad. Mis pensamientos se volvieron confusos, un torbellino de desesperación y dolor. La última imagen que vi fue la de mis propios ojos, ahora llenos de una maldad insondable, reflejando el abismo en el que me había convertido.

—Ahora que estoy de regreso habrán muchos lugares en este lugar, pero ahora escapar de este infierno es lo primordial— pensé mientras salía de la celda, pensando en cómo haría las cosas está vez ¿Lo repetiría todo tal cual o tomaría otra ruta de distracción? No lo sabía aún pero el solo pensarlo me emociona demasiado.

Con el paso de las horas logre salir del calabozo para luego y para mi suerte me entere que estaba en la tierra oeste, lugar donde en un enorme y confuso laberinto el rey demonio del oeste o también conocido como: Zarod.

—El inútil yo de este mundo perdió su puesto como rey demonio y ahora es enemigo de la raza, para mi suerte en este lugar había un portal directo al monto terrenal ¿existirá en este mundo también?

Después de unas cuantas horas de perderme por el maldito laberinto al fin había logrado contar en portal, un enorme arco de piedra, una vez me acerque el portal se encendió casi al instante muestra un lugar extraño, sin más opciones pase por el portal para luego darme cuenta donde estaba, en el enemigo número uno de las razas, la iglesia oscura "Esto es perfecto, si logro hacer que me ayuden y que me sean leales solo a mi todo seguirá un camino de perfección" pensé mientras exploraba el lugar, encontrando altares de sacrificios, armas mágicas demoníacas, una biblioteca, y un gran salón que parecía ser para reuniones entre todos los miembros, una sala de alquimia repleta de extrañas píldoras.

Con Aiden

Después de ver a mi madre y recibir un sermón de mi hermano, algo cambió en mí. Una inquietante sensación me envolvió, como una sombra persistente que se desliza por la periferia de tu visión. Podía sentirlo, esa presencia oscura que no se borraba de mi memoria. El rey demonio que me arrebató la vida en mi existencia anterior... ¿Cómo era posible? ¿Cómo había logrado regresar a este mundo? Las preguntas se agolpaban en mi mente, cada una más urgente que la anterior. Necesitaba respuestas.

—No te preocupes —dijo el dragón, manifestándose con un aura serena— Él no puede alcanzarte en este momento.

Su forma cambió gradualmente, transmutando su imponente figura draconiana en la de un hombre de mirada profunda y serena, el mismo señor que había visto tras mi muerte. Su presencia humana tenía una tranquilidad desconcertante, como si nada en el mundo pudiera alterarlo.