El monstruo dorado- parte 3
"Maldición, ¿Ahora cómo puedo fortalecerme? "Me pregunte mientras volaba sin rumbo alguno, había perdido al monstruo dorado, fracase en molestar Michel y había perdido a la secta oscura, bueno una parte ya que está secta era una enorme raíz que se esparció por todos lados haciéndose enorme y numerosa, para mi suerte ya conocía cada base gracias a mi investigaciones que había realizado al llegar por primera vez, y en ello cambie mi rumbo dirigiéndome hacia el norte
Con Aiden
—Ya era hora de que despertaras, Aiden—. La voz apagada resonó en la pequeña cabaña, como un eco distante en la mente de Aiden mientras abría lentamente los ojos. La confusión lo envolvía como una niebla espesa. Miró a su alrededor, tratando de entender dónde estaba. La cabaña era rústica, con paredes de madera que crujían bajo el peso del tiempo y una chimenea crepitante que apenas lograba calentar el ambiente. Afuera, un bosque infinito y nevado se extendía hasta donde alcanzaba la vista, cubriendo todo con un manto blanco y silencioso. El aire frío se filtraba por las rendijas, haciendo que cada respiración fuera un recordatorio de la helada que reinaba afuera.
Aiden se sentó en la cama, sintiendo un mareo que lo obligó a sostenerse la cabeza. El dolor era punzante, como si mil agujas se clavaran en su cráneo. Con un tono que era casi un susurro, preguntó— ¿Quién eres y por qué estoy aquí?
—Sé agradecido, mocoso, te salvé la vida—contestó Michel, visiblemente molesto. Sus ojos oscuros brillaban con una mezcla de irritación y curiosidad, como si estuviera evaluando cada movimiento de Aiden—. Vi tu acto en el volcán. ¿Cómo te sientes después de absorber a ese monstruo de oro?
Aiden frunció el ceño, tratando de recordar. Sentía una extraña mezcla de poder y vacío, como si una parte de él hubiera sido arrancada y reemplazada por algo desconocido—. Diferente, pero al mismo tiempo igual—murmuró, más para sí mismo que para Michel. Su voz era un eco de su confusión interna, un reflejo de la batalla que se libraba en su mente.
Michel soltó una risa seca, carente de humor—. En palabras humanas, ese monstruo equivalía a una deidad de clase alta. Quizás estaba cerca del nivel de un celestial menor, como la diosa de la destrucción.
— ¿Celestial menor?—repitió Aiden, tratando de procesar la información. Su mente estaba nublada, pero una chispa de curiosidad comenzó a encenderse en su interior. ¿Qué significaba todo esto? ¿Qué implicaciones tenía para él?
—En pocas palabras, un celestial menor es aquel ser que es hijo directo de un verdadero celestial—explicó Michel, evaluando a Aiden desde la otra punta de la cabaña. Luego se acercó, cruzándose de brazos, su presencia imponente llenando el espacio—. Me presentaré adecuadamente. Yo soy Lord Michel. Tal vez me conozcas por mi otro nombre, Nicolás Nyxblade Drakoitar, y soy tu antepasado más lejano y cercano a ti.
Aiden sintió un escalofrío recorrer su espalda al ver la densa y enorme aura mágica de Michel. La revelación fue impactante, pero también despertaba una serie de preguntas que pasaron por su cabeza con una fuerza inmensa. ¿Qué significaba ser descendiente de alguien tan poderoso? ¿Qué esperaba Michel de él? La incertidumbre y el miedo se mezclaban con una creciente determinación.
Michel, por su parte, observaba cada reacción de Aiden con atención. Sabía que el joven tenía un largo camino por delante, y que su destino estaba entrelazado con el suyo de maneras que aún no comprendía del todo—. Con este acto tuyo junto al monstruo del volcán llamaste mucho la atención de varios dioses. Desde ahora tendrás que tener cuidado y hacerte más fuerte, ya que Luna no te ayudará en eso.
"Tiene razón, si sigo así otros tipos más fuertes que la parca vendrán por mi cabeza", pensó Aiden antes de mirar decididamente a su antepasado—. Lord Michel, por favor, ayúdame a entrenar.
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El resurgir del ultimo Drakoitar
Fantasia★Se aceptan ideas y/o sugerencias para mejorar la historia. ★ Totalmente prohibido copias o adaptación de cualquier tipo de esta historia En un mundo donde la magia es tan real como el viento entre los árboles, Aiden, considerado la última esperanza...